PRECIO-PETROLEO-C.jpg

En los últimos días los precios del petróleo han crecido casi un 20%, un movimiento atribuido a la caída en las inversiones en el sector de los mayores exportadores mundiales ante el reciente desplome de los precios de crudo. Sin embargo, hay otra teoría que localiza el epicentro de la subida en Arabia Saudita.

 

Esta semana se ha dado a conocer que el nuevo monarca saudita, Salmán al Saúd, ordenó la asignación de 30.000 millones de dólares en pagas extras y servicios a la población.

 

Los grandes jugadores del mercado reaccionaron a la decisión acaparando contratos de futuros de petróleo, señaló el portal Vesti Finance.

 

La última vez que un monarca saudita tomó una medida semejante fue en 2011, en medio de los disturbios de la primavera árabe que atravesó varios países de Oriente Próximo.

 

Los grandes inversores creen que el generoso regalo del nuevo rey saudita es una preparación para unas medidas que podrían causar una reacción ambigua en la población. Es probable que el país pronto entre en un periodo complicado ante la llegada al poder del clan Sudairi.

 

En estas condiciones el desembolso podría ser un esfuerzo para asegurar la lealtad de los ciudadanos antes de un amplio reajuste del Gobierno.

 

Por otro lado, no se debe excluir que esta medida está destinada a formar la imagen de un monarca cuidadoso, que Salmán necesita en las condiciones de un descenso de los ingresos presupuestarios, que consecuentemente, debe conllevar recortes sociales. En otras palabras, es un regalo generoso antes de que toque apretar el cinturón.

 

Las autoridades del país, que obtiene el 90% de sus ingresos de la venta de crudo, prevén que el gasto presupuestario crezca un 29% este año en relación a 2014, hasta 300.000 millones de dólares, con un déficit de 39.000 millones.

 

(RT)