El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, anunció durante una rueda de prensa este sábado la disposición de diversos países de proporcionar ayuda financiera a Venezuela por un total de 10.000 millones de dólares, destinados a la financiación del comercio. Sin embargo, Caracas recibirá dicha asistencia solo si el presidente del país, Nicolás Maduro, abandona su puesto y un nuevo gobierno llega al poder.

 

De acuerdo con las afirmaciones de Mnuchin, un grupo de ministros de finanzas de unas 20 naciones «va a trabajar para tratar de formar un consorcio para la financiación del comercio [en Venezuela, por un valor] de unos 10.000 millones de dólares, que estarían disponibles para un nuevo gobierno» con el fin de impulsar la actividad comercial.

 

A pesar de este anuncio, de momento Washington sigue aumentado su presión sobre Caracas a través de la imposición de sanciones contra sus empresas y establecimientos.

 

Desde la autoproclamación de Juan Guaidó como «presidente encargado» de Venezuela, en enero, EE.UU. ha decretado medidas de restricción contra el sector financiero y petrolero de ese país, que incluyen el bloqueo de fondos en bancos internacionales. Por su parte, el Gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado que el bloqueo impuesto desde Washington le han hecho perder a la nación suramericana unos 30.000 millones de dólares, desde agosto de 2017 hasta la actualidad.

 

Además de las sanciones impuestas, el Gobierno de Donald Trump ha dejado claro que no descarta una intervención militar.

 

El pasado miércoles, durante su discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, aseguró que Washington sigue «barajando todas las opciones», en alusión a una posible intervención militar en Venezuela.

 

(RT)