La arepa más que un plato de comida, es una señal de la cultura del venezolano. Por esta razón, empresas como la Polar tienen claro dónde está el “negocio” e intentan cometer atropellos contra el pueblo venezolano.

 

Este jueves fue publicada en Gaceta Oficial número 6.170, de fecha 4 de febrero de 2015, el precio único de venta al público de la harina de maíz precocida, establecido en 19 bolívares. De igual forma, se anunció “queda prohibida toda fabricación y comercialización de harinas mejoradas o mezcladas, a partir de la harina de maíz precocida, de maíz blanco y amarillo”.

 

El presidente de la República, Nicolás Maduro, sobre el tema de las mezclas aclaró: «Se acabó la producción de harina de maíz precocida con un aliño mentiroso, con un saborcito mentiroso pa’ ponerle 15, 10, 20 bolívares más al pueblo”.

 

Casi de inmediato, la empresa que más recibe dólares por el Estado venezolano para producir este rubro, La Polar, alegó que “el ajuste de precios decretado por el gobierno nacional es absolutamente insuficiente” y sobre las mezclas precisó que son una “elección del consumidor”. ¿Casualidad?

 

Estas declaraciones las ofreció el director de Alimentos Polar, Manuel Felipe Larrazábal, quien además añadió con descaro: “Esta situación le genera a Alimentos Polar una pérdida de 683 millones de bolívares al año, esta pérdida aumenta semana a semana en la medida que recibimos incrementos de costos de nuestros proveedores y el precio no permite cubrirlos”.

 

¿Dónde está el chanchullo?

 

Según una investigación de Luigino Bracci, Empresas Polar pidió dólares preferenciales para poder pagar la licencia de la marca “Harina Pan”, y Cadivi (ahora Cencoex) se los entregó como establece la ley, pero el asunto no termina allí, pues la mencionada empresa entregó esos dólares a una empresa canadiense llamada Deutsche Tra Trusstee Inc. y ésta se los regresa “bajo cuerda”. De esta manera, la surtidora de Harina Pan queda con jugosas ganancias.

 

Sumado a esto, Empresas Polar recibe el dólar preferencial (Bs. 6,30) para obtener su materia prima, sin embargo, según ha manifestado el vicepresidente para la Seguridad y Soberanía Alimentaria, Carlos Osorio, la empresa ha planteado fijar el precio de venta en la exorbitante cifra de “500 bolívares”, ¿dónde quedan los precios justos?

 

Ante este panorama, juzgue usted mismo.

 

(LaIguana.TV)

 

 

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