En toda Italia se están desarrollando debates e iniciativas de apoyo a Venezuela Bolivariana, en la mira del imperialismo norteamericano, y de sus vasallos. Durante uno de estos encuentros, organizado en Trieste por la Asociación de amistad Italia Cuba el 17 de abril, pasamos delante de un expositor de periódicos gratuitos, dirigidos a los migrantes y publicados en diferentes lenguas. Pasquines de gran difusión nacional, atentos a las noticias que conciernen al mundo de los inmigrantes en Italia.

 

Según los datos entregados por el Instituto de estadísticas y de la Caritas, Italia es el cuarto país de la Unión Europea por población inmigrada, es decir nacida en el exterior, el tercero en población extranjera, es decir por número de residentes que tienen ciudadanía extranjera, aunque si han nacido en Italia. Los inmigrantes provenientes de los países de América Latina son alrededor de 150.000.

 

A ellos está dirigido el periódico en español, cuya sede se encuentra en Roma y cuya portada inmediatamente llama nuestra atención: “Venezuela Libre”, el titular hasta con punto exclamativo. En primer plano, la foto de uno “guarimbero”, vestido como si estuviera por enfrentar una guerra nuclear: máscara, casco, guantes de minero, mochila con bombas artesanales y material para guerrilla. Uno de aquellos que han intentado e intentan fomentar el golpe en Venezuela. Uno de aquellos que van por ahí gritando: “Tenemos hambre”, mientras la vestimenta para uno solo de ellos cuesta varios centenares de dólares, equivalente a diversos salarios mínimos del venezolano.

 

Mercenarios, que nuevamente actúan por cuenta de sus padrinos occidentales, detrás del títere autoproclamado Juan Guaidó.

 

El artículo correspondiente celebra en toda la página al ministro del Interior Matteo Salvini, que como el Partido Democrático (centro-izquierda), ha recibido la delegación enviada por el autoproclamado. Culpa a la otra parte del gobierno representada por el Movimiento 5Stelle que por el contrario no ha querido reconocer al títere de Trump. Completa la página un artículo sobre los venezolanos en Italia que “se unen a la protesta contra Maduro”.

 

Pero las fotos que ilustran la página merecen atención: la bandera de la República Bolivariana de Venezuela no está al revés, como acostumbra a hacer la derecha venezolana. En la foto oficial, en la que la bandera es sostenida por Salvini y por los autoproclamados, aparecen además todas las ocho estrellas y no siete como en aquella que se obstina en exhibir la oposición. El artículo que trata sobre las manifestaciones en Italia y en el exterior, luego, adorna las declaraciones de algunos presente los cuales, después de la frase de costumbre sobre “el cese de la usurpación”, tratan de apropiarse de conceptos como “soberanía” e “independencia nacional”.

 

El enésimo insulto a la inteligencia de quien lee, ya que estos señores piden la intervención armada de potencias extranjeras en el propio país deseando impacientes entregar los recursos nacionales en las manos del “libertador” Donald Trump. Un paso más en la estrategia de la confusión, eje principal del “caos controlado” deseado por el Pentágono en la guerra no convencional contra Venezuela Bolivariana. Los “pacíficos manifestantes” que, vestidos como el ejemplar puesto en la portada han quemado vivas a las personas y devastado por meses, ahora son presentados como defensores de la soberanía y de la independencia nacional…

 

Un ulterior revés de símbolos que se va construyendo, a escala internacional, burlando todas las reglas democráticas y que está creando un peligroso precedente para cualquier país que decida construir verdaderamente la propia independencia. Los grandes medios y sus mercenarios que actúan también en las redes sociales son actores en primer plano en las guerras de nuevo tipo. Un estudio realizado por el movimiento “Venezuela nos conecta” y presentado por Vtv muestra como es descrita Venezuela bolivariana en el exterior.

 

El Manager Social Media, Erick Lozano, ha registrado una media de más de 3.600 noticias falsas al día difundidas sobre Venezuela en el exterior. Fake news que tienen como objetivo también los inmigrantes latinoamericanos: para que no pongan en discusión las pésimas condiciones de vida y de trabajo que a menudo son obligados a soportar en los países capitalistas y no vean que, en países como Venezuela, se está construyendo un camino alternativo. Un mar cotidiano de mentiras que sirve para preparar el terreno a la invasión armada de Venezuela.

 

Otro insulto a la lógica viene de una noticia que aparece en el periódico español El Mundo. Trata sobre el mercado inmobiliario en España que a causa del “éxodo, por la crisis política y social que estalló en Venezuela” ha registrado un fuerte aumento por las adquisiciones efectuadas por quien dice estar sufriendo de hambre por el “dictador Maduro”. En el 2018 – escribe El Mundo – “Los ciudadanos venezolanos han comprado un total de 278 casas, el 20% más que el año precedente y más del doble de las transacciones realizadas en 2014. Es decir, las compras se han multiplicado por dos en solo 4 años, coincidiendo con la caída económica del país controlado por Nicolás Maduro “.

 

¿En qué parte del mundo la crisis determina el aumento del mercado inmobiliario? ¿Sabe cuánto cuesta un apartamento en Madrid, un destino favorito para los “hambrientos” cazadores de casas venezolanos? ¿Cuántos argentinos han podido comprar apartamentos en Europa durante el default de 2001 o durante estos años de macrismo? La compra de una casa está excluida de muchas familias en Europa, y mucho menos de países que no están “dolarizados”.

 

En cambio, concluye El Mundo, estas pobres víctimas de la “crisis humanitaria”, en las grandes ciudades como Madrid, son grandes compradores de casas: “los venezolanos ya son la nacionalidad extranjera que hace el mayor número de compras de bienes inmobles en la capital, antes que los chinos y rusos “. ¿De dónde sacaron tanto dinero? Las ideas determinantes para comprender provienen de los análisis de la economista Pasqualina Curcio sobre la guerra económica, la especulación, el mercado negro y la fuga de capitales por parte de quienes, en el juego perverso del capitalismo, primero roban y luego acusan a la victima de ser culpable de lo que le sucede.

 

Por Geraldina Colotti

(Resumen Latinoamericano)