Con el 60,50 % de los votos escrutados, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez gana las elecciones en España con 123 escaños, según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior. 

 

El Partido Popular es la segunda fuerza política, con 65 escaños. Le siguen Ciudadanos, con 57; Unidas Podemos y las confluencias obtienen 43 diputados; y los ultraderechistas de Vox irrumpen en el Congreso con 23 escaños. 

 

Estos resultados permitirían al PSOE gobernar con el apoyo de Unidas Podemos y la abstención de los nacionalistas. En este sentido, Esquerra Republicana de Catalunya obtiene 15 escaños; Junt per Catalunya, 7; PNV, 6; EH Bildu, 4, y Coalición Canaria, 2.

 

La participación en estos comicios se ha situado en el 75,41% de los votos, casi 9 puntos más que en los pasados comicios, celebrados en junio de 2016. 

 

Estas elecciones han presentado, como factor distintivo, una mayor fragmentación del voto con respecto a anteriores citas con las urnas: esta vez eran cinco los partidos cuyas previsiones electorales superaban el 10% de los votos. La novedad más destacable en este sentido es la irrupción de Vox en el Congreso.

 

En este sentido, el politólogo Carlos Fernández Esquer apunta que «la fragmentación va a ser una de las claves en estas elecciones». «Tradicionalmente nuestro sistema electoral había premiado a los dos principales partidos, a los dos más votados, los cuales habían obtenido siempre una sobre-representación», explica este analista, recordando que  «las terceras y cuartas fuerzas políticas se habrían visto penalizadas» en este panorama.

 

«Con esta fragmentación –concluye Esquer– la dinámica va a ser muy similar, pero en este caso va a ser mayor en la derecha, donde concurren tres fuerzas políticas». 

 

(RT)