cuadro-talk.jpg

Como secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) “no soy ni incondicional del líder tal, ni miembro del comando de campaña del precandidato cual. Ese no es mi papel”, respondió este miércoles Jesús Chuo Torrealba al gobernador de Miranda y dirigente de la oposición, Henrique Capriles.

 

En su programa radial matutino La Fuerza es la Unión, Torrealba comentó que siempre se había abstenido “de esa tendencia que exhiben algunos a atacarse dentro de la oposición con más fuerza de la que utilizan para enfrentar al gobierno”.

 

“Pero hoy debo hacer una precisión porque un muy importante miembro de la oposición, el señor Henrique Capriles, se ha permitido algunas expresiones a propósito de nuestro trabajo”, señaló Torrealba, al tiempo que advirtió que lo hacía “con el mismo respeto de siempre, con el mismo cariño de siempre, pero con mucha claridad”.

 

“Yo no estoy donde estoy para ocultar incapacidades. Yo estoy donde estoy para promover los derechos de la gente a tener una Unidad Democrática cada vez más poderosa y cada vez más capaz de cumplir los sueños de cambio del pueblo venezolano. Eso es lo que yo hago. Ese es mi trabajo. Ese es mi deber. Y lo voy a seguir haciendo”, advirtió.

 

“Como secretario ejecutivo de la Unidad, no soy ni incondicional del líder tal ni miembro del comando de campaña del precandidato cual. No. Ese no es mi papel. Mi papel, como lo hice en 2014, como lo hice en 2015, es promover el triunfo de todos. Todo lo malo que haya ocurrido durante mi gestión lo asumo, es responsabilidad mía. Todo lo bueno que se ha logrado, es un triunfo colectivo, es un logro colectivo”, precisó.

 

Insistió en que no tiene tiempo para estar peleando con otro que no sea el Gobierno. “Para mí y para la inmensa mayoría de los venezolanos, el adversario está en la acera de enfrente, el adversario es este proyecto ideológico destructor y este régimen corrupto que ha devastado al país. La tentación que a veces tienen algunos de pelear con otro opositor, que tiene un matiz distinto o una percepción diferente a lo que ocurre, o que prefiere poner el énfasis en esta consigna y no en aquella, siempre intento apartarla”, dijo.

 

“Y no porque esté hoy en esta condición de secretario ejecutivo, porque como ustedes saben yo no nací secretario ejecutivo de nada. Yo soy un luchador social, soy un activista comunitario, yo soy un comunicador popular que durante años ha estado trabajando desde la base de la pirámide, en barrios que muchos conocen simplemente cuando ven la foto en Twitter o cuando van en alguna gira política”, agregó.

 

“Estoy en la Mesa que estoy no representando a un partido, a una gobernación o a un grupo económico. No. Estoy en la Mesa que estoy representando al sentido común del ciudadano, del hombre de la calle, porque cuando a mí me llamaron sabían exactamente de dónde venía y sabían exactamente qué es lo que hago”, aclaró.

 

Torrealba puntualizó que asumió en 2014 la posición de secretario ejecutivo de la alianza partidista opositora, en un momento en que esta estaba a punto de fracturarse, porque fue llamado para ello. “Por unanimidad, los partidos me pidieron que asumiera esta posición. Yo no he sido ni soy ni seré candidato a nada. Soy un ciudadano venezolano haciendo lo que cree que debe hacer en un momento de profunda crisis nacional”, insistió.

 

“En esas circunstancias me llamaron y yo, después de debatir con mis hermanos del Radar de los Barrios, decidimos aceptar. Yo sabía que esto era un riesgo complicado, y sabía que en mi trabajo anterior hasta el gobierno se cuidaba de meterse con uno, porque era un trabajo impecable desde el punto de vista social y comunicacional. Sabía que al dar el paso hacia una estructura política iba a ser blanco de los elogios de algunos y los ataques de otro. Pero en 2014, si se fracturaba la Unidad, se fracturaba el mecanismo para luchar por el cambio político en paz en Venezuela y el país iba a ser víctima más fácil de la violencia. Por eso dimos ese paso y logramos en 2014 conjurar la crisis, logramos reagrupar la oposición. Cuando digo logramos me refiero a mucha gente de la cual yo solo fui un factor que contribuyó a ello”, contó.

 

“En 2015 – prosiguió – pudimos impulsar y dirigir el proceso que nos llevó a la victoria más importante de estos 17 años de lucha contra el proyecto autoritario. Termina 2015 con esa victoria arrolladora y entramos en 2016, que, como sabe todo el mundo, fue un año de altísimas expectativas no satisfechas. Los ciudadanos hicieron todo lo que se les pidió, pero la dirigencia no fue capaz de articular las cosas de tal manera que lográramos vencer la resistencia al cambio por parte del Gobierno. Eso no se logró. El pueblo estuvo muy por encima de su dirigencia, esa es la verdad”.

 

No a la hoguera de vanidades

 

En su respuesta, Torrealba reiteró su posición en cuanto a que la oposición necesita reflexionar, reestructurarse, redefinirse y enfocarse hacia lo que hay que hacer, que es lograr el cambio. “No ponernos a pelear entre nosotros por egos, por personas que creen que el país les debe la presidencia de la República o por cuál partido es más importante que otro. No. Ese no es el tema. Esto no es una hoguera de vanidades, ni una alfombra roja, ni es una competencia de cuál es el ego más protuberante. No. Aquí lo que hay que redefinir es cómo convertimos a la Unidad, más allá de una alianza electoral, en un instrumento cada vez más eficiente y útil al país”.

 

“Por eso tengo ya dos meses y tanto planteando de manera insistente la necesaria reestructuración de la Mesa de la Unidad Democrática. Y reestructuración no es un cambio facial, no es un cambio cosmético, no es quitar a fulanito para poner a zutanito. No es eso.”

 

“Es, en primer lugar, pasar de ser una alianza electoral a una unidad de propósitos y para ello hay que definir esos propósitos y consensuarlos con el país. En segundo lugar, hay que fortalecer a los partidos porque sin partidos no hay democracia. Y en tercer lugar, hay que cohesionar una sólida alianza entre liderazgo político y sociedad civil porque esta es una pelea de todos, no de los líderes políticos, de los partidos, de las organizaciones, sino de todos los ciudadanos”, precisó.

 

“Esos son los tres puntos que yo he planteado a los efectos de este tema de la necesaria reestructuración de la Mesa de la Unidad Democrática. Si eso pasa por un cambio administrativo, por ejemplo, en la secretaría ejecutiva de la Mesa, bueno y santo. Estupendo. Magnífico. Aquí hay absoluta claridad de que los cambios son importantes y necesarios y, repito, Jesús Torrealba no nació secretario ejecutivo. Soy un luchador social, un comunicado popular y desde esa perspectiva voy a seguir colaborando por el cambio en Venezuela, más allá de memeces burocráticos”.

 

“Dichas así las cosas, sigamos adelante y procedamos a hacer los cambios de fondo que nos coloquen, más allá del tema de los egos y de los sectarismos, en la dirección del triunfo que Venezuela necesita y merece”, concluyó.

 

(unidadvenezuela.org)