cuadro-firm.jpg

En España, ecologistas entregaron 500 mil firmas al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) solicitándole que se retire del grupo que apoya la construcción del oleoducto Dakota Access (Dapl, por sus siglas en inglés), aprobado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el cual generaría graves daños al ecosistema.  

 

Lo primero que hizo Trump al asumir el cargo (siendo cónsono con la negación del cambio climático que pregona) fue firmar los decretos para la construcción del Dapl  y el  Keystone XL, mega infraestructuras paralizadas gracias a la lucha de los ambientalistas durante la administración de Obama debido a su fuerte impacto en la naturaleza.

 

La iniciativa forma parte de una campaña internacional en solidaridad con los pueblos indígenas originarios de Dakota del Norte cuyos derechos se verán vulnerados por la construcción del oleoducto.

 

El proyecto Dalp supondrá la construcción de un oleoducto que prevé transportar más de 500.000 barriles de crudo diarios desde Dakota del Norte hacia el este y sur de Estados Unidos, pasando por debajo del Lago Oahe.

 

Miembros de la tribu indígena Standing Rock Sioux llevan meses protestando con el apoyo de ecologistas y organizaciones de todo el mundo en contra de la construcción de esta tubería para el transporte de petróleo porque podría llevar a la pérdida de tierras que son consideradas sagradas y ante el riesgo de contaminación del río Misuri, del que dependen.

 

Esta propuesta tiene el apoyo de los gobiernos tribales de más de 280 pueblos indígenas y aliados en todo el mundo.

 

Los peticionarios exigen al BBVA que se retire del proyecto que conllevaría graves amenazas a la calidad del aire y los recursos hídricos de la región y de lo contrario llaman a la desinversión en este banco si no se retira.

 

El proyecto Dakota Access tiene un costo de 3.800 millones de dólares y la empresa Energy Transfer Partners ya ha construido el 90% del recorrido de 1.770 kilómetros.

 

El BBVA también financiará la inversión necesaria (6.522 millones de euros) para la puesta en marcha del Gasoducto Sur Peruano (GSP), el proyecto de energía más importante de América.

 

El banco, que ha ganado 3.475 millones de euros en 2016 — 31,5% más que en el anterior ejercicio—, también financió los gasoductos Ramones Sur (México), el proyecto gasístico de Camisea (Perú) y otros oleoductos e infraestructuras similares como el OCP (Oleoducto de Crudo Pesado) en Ecuador, el Bicentenario en Colombia y el Gasyrg de Bolivia, según denuncia la asociación Ekologistak Martxan.

 

(LaIguana.TV)