El editor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, no pudo llevarse las pertenencias de Julian Assange de la Embajada de Ecuador en Londres porque le denegaron el permiso de entrar en esa legación diplomática, situación que calificó de «indignante».

 

«Les envié un correo electrónico y les dije que estaría ahí a las tres, con un mandato de Julian Assange, su familia y amigos, y que soy el editor en jefe de WikiLeaks. No abrieron la puerta. Es vergonzoso», contó el periodista islándico ante medio centenar de simpatizantes de Assange que se congregaron frente a la Embajada.

 

Hrafnsson tachó de «robo» el proceder del personal de la Embajada ecuatoriana y llamó a la Policía, pero no recibió ayuda para retirar lo que allí dejara el fundador de WikiLeaks. «Se negaron a hacerlo porque, según dijeron, no era robo, ya que aquellas pertenencias no eran mías», declaró.

 

No obstante, el representante de WikiLeaks consiguió llamar la atención de una patrulla policial que pasaba por la calle y convencer a los agentes de entrar en la Embajada para resolver la situación. Tampoco tuvieron suerte y volvieron con las manos vacías, para transmitirle a Hrafnsson que tenía que haber concertado una cita formal con los diplomáticos.

 

Este miércoles, la justicia británica sentenció a Assange a 50 semanas en prisión por violar las condiciones de su libertad bajo fianza. La audiencia sobre su posible extradición a EEUU se pospuso hasta el 30 de mayo. No obstante, la vista final para este asunto podría tardar «muchos meses», según indicó el juez.

 

 (RT)