Las cabezas políticas más importantes del equipo de seguridad nacional de Donald Trump se reunieron el 3 de mayo en el Pentágono para poner sobre la mesa y discutir las opciones militares en Venezuela. La reunión se celebra en un momento de altísima tensión en el país latinoamericano, según publica Foreign Policy.

 

A la reunión asistieron el secretario de Estado, Mike Pompeo; el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats; el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney; el presidente del Estado Mayor Conjunto, el subsecretario de política de Defensa, John Rood, y el jefe del Comando del Sur, Craig Faller, entre otros.

 

Los detalles de la reunión no han trascendido, pero el secretario de Defensa interino, Patrick Shanahan, explicó a un grupo reducido de periodistas que el equipo se reunió en una habitación conocida como ‘el tanque’. Ante la prensa rechazó hacer ninguna declaración sobre las posibles opciones discutidas y tampoco dijo que el país excluyese la opción militar contra Maduro.

 

«La cuestión son siempre los tiempos en los que actuar. Tenemos un amplio abanico de opciones que dependen de ciertas condiciones», añadió Shanahan tras la reunión, lo que significa que Estados Unidos actuará dependiendo de lo que pase o no en el país caribeño.

 

La reunión también se ha celebrado en momento en el que Juan Guaidó, autoproclamado presidente encargado de Venezuela, intenta encender la mecha de un levantamiento contra el Gobierno de Maduro. Por ahora no lo ha conseguido. El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, afirmó el 1 de mayo que Maduro estaba preparado para huir a Cuba el 30 de abril, pero que Rusia lo había convencido de que permaneciese en Caracas.

 

Maduro por su parte aseguró que el Gobierno de EE.UU. y la oposición quieren llevar a su país a una guerra civil para argumentar una intervención tras el intento de golpe de Estado en su contra.

 

Foreign Policy señala que el «golpe de Estado» fallido de Guaidó podría haber demostrado que EE.UU. calculó mal las posibilidades de lograr que prosperase y que la información que manejaba en aquellos momentos era errónea. Algo que Shanahan ha negado: «Creo en la calidad y en la precisión de la información que estamos recibiendo (…) No creo que a nuestra inteligencia le falten datos», dijo a la prensa.

 

(Sputnik)