Desde el pasado 23 de enero, cuando el diputado Juan Guaidó se autoproclamó ilegítimamente «presidente interino» de la nación, la relación del Gobierno del presidente Nicolás Maduro con su homólogo estadounidense, Donald Trump, ha empeorado. Y en las últimas semanas la amenaza de invasión ha sido cada día más fuerte.

 

A solo tres meses de aquel episodio, el jefe del Comando Sur, Craig Faller se reunió en Bogotá con el Ministro de Defensa colombiano. El 29 de abril, el canciller brasilero es citado de urgencia en EEUU para reunirse con el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, justo un día antes del Golpe de Estado que intentó asestar Guaidó con el dirigente de ultraderecha y prófugo de la justicia, Leopoldo López.

 

El 30 de abril tuvo lugar el fracaso del intento de alzamiento militar que culminó con apenas una decena de militares cohesionados a la causa usurpadora. Durante los eventos, el Gobierno de Brasil no descartó facilitar el estado de Roraima como plataforma para una eventual invasión.

 

Tras ese fracasado golpe, el 1 de mayo el Gobierno de EEUU anunció «acciones devastadoras» contra el legítimo Gobierno de Nicolás Maduro. Dos días después, Donald Trump se reunió en el Pentágono con sus funcionarios especializados en defensa para hablar de Venezuela. El mismo día habló del país caribeño con el mandatario ruso, Vladimir Putin.

 

El 4 de mayo el presidente Nicolás Maduro anunció la inminencia de un ataque de EEUU por lo que pidió a las Fuerzas Armadas a estar alertas. El mismo día, el Kremlim informó sobre una reunión extraordinaria entre altos funcionarios rusos y venezolanos. La vocera de asuntos exteriores de Rusia denunció que EEUU ataca frontalmente a Venezuela, luego de constatar actividad de tropas dirigidas por el Comando Sur.

 

Dos días después, Guaidó reconoció que sobreestimó el apoyo militar que suponía tener y no descartó pedir a EEUU una invasión militar. El mismo día, Honduras anunció su apoyo a Colombia en operación contra Venezuela. Un día después, el 7 de mayo, el jefe del Comando Sur arrió a Honduras y se conoció que 1000 soldados israelíes podrían llegar pronto a ese país sin motivos definidos.

 

El 8 de mayo Donald Trump continuó conversaciones con el congresista Marco Rubio sobre Venezuela y posteriormente anunció sus intenciones de nombrar a Brasil como el mayor aliado no Otan en el sur del continente.

 

El 9 de mayo, un Guarda Costas USCGC de la armada estadounidense ingresó a aguas territoriales venezolanas, en lo que se presume podrían ser labores de reconocimiento. Fue dispersado por una patrulla costera de la Armada venezolana.

 

El mismo 9 de mayo, el jefe del Comando Sur publicó un tuit en el que aseguró esperar la invitación de Juan Guaidó para «apoyar el futuro de los líderes de la Fanb».

 

(LaIguana.TV)