Lo más difícil de ejercer el rol de madre en medio de la crisis que afronta Venezuela es garantizar que los niños coman al menos dos veces al día, confesaron a Sputnik mujeres de escasos recursos de la comunidad 27 de Febrero, en el este de la capital.

 

«Hay que hacer magia para rendir un kilo de arroz y de lentejas, cuando hay, para que los niños coman toda la semana. Yo los mando al colegio sin nada en el estómago, y tienen que esperar hasta el mediodía para llegar a la casa para comer. Algunos días cenan otros no», dijo a Sputnik Oriana García, de 35 años, madre de dos niños y actualmente embarazada.

 

García es viuda y duerme en una misma cama con su suegra, su cuñada y sus dos hijos, y relató que en marzo estuvo trabajando como personal de limpieza en un hotel del centro de la ciudad.

 

«Estuve trabajando, pero me pagaban 8.000 bolívares (1,5 dólares de acuerdo con la tasa oficial). Eso es menos del salario mínimo. Más consigo por aquí, vendiendo plátanos frente a la casa y no gasto en el pasaje», afirmó.

 

El Gobierno de Nicolás Maduro asegura que hace todo lo que está a su alcance para recuperar la economía, y acusa a EEUU y a gobiernos europeos de bloquear el dinero venezolano destinado a la compra de medicamentos y alimentos.

 

«Un sabotaje bestial, anormal, inhumano (…) Sigo denunciando, no me cansaré de denunciar el robo de más de 30.000 millones de dólares por parte del Gobierno de EEUU contra Venezuela. En Portugal, por ejemplo (…), nos han robado 1.726 millones de dólares que estaban dedicados a traer medicinas y alimentos para Venezuela», expresó Maduro en un acto en Caracas.

 

Rosali Halcón, de 64 años, mientras servía un plato de espaguetis con una arepa (bollo típico venezolano) a su nieto, contó a Sputnik que lo más difícil para ella en esta crisis ha sido ingeniársela para alimentar a su familia.

 

«Es difícil, sé que no se alimentan bien, pero me las ingenio como puedo. A veces cuando no hay nada comemos yuca o plátanos, pero para mí lo más importante es que en medio de las dificultades los tres estudian», indicó.

 

El canciller Jorge Arreaza, en declaraciones ofrecidas el 5 de mayo a la prensa desde Rusia, aseguró que cuando en su país no se consiguen alimentos o medicamentos es por el bloqueo financiero de EEUU que «genera sufrimiento en Venezuela».

 

«Cuando no se consigue un medicamento, o cuando no logras tener los productos para tu casa, es gracias a la manera de cómo el sistema financiero nos ha bloqueado», denunció.

 

El ministro aseguró además que «más de 5.000 millones de euros» pertenecientes al Estado venezolano están «bloqueados en bancos internacionales».

 

En la comunidad 27 de Febrero, ubicada en la población de Petare (este de Caracas), habitan más de 30 niños y todos, a pesar de las dificultades económicas, acuden a la escuela.

 

Sus madres destacan la importancia de que la enseñanza siga siendo gratuita.

 

Judith Saracual, de 45 años, pese a sufrir de una deficiencia respiratoria que no ha podido atender por el alto costo de los antibióticos, va a toda prisa cuando llega el mediodía para preparar la comida a dos de sus tres hijas, que están en edad escolar.

 

«Ellas entran a clases a las 13:00 y yo hago todo lo posible porque nunca falten. De grande una quiere ser diseñadora de modas y la otra maestra, yo creo que sí podrán lograrlo y por eso me esfuerzo», señaló.

 

Para Saracual, la alimentación de sus hijas también es su máxima preocupación.

 

«Nosotros compramos lo que se puede o nos regalan: pasta, arroz, granos… y a veces pasamos la noche sin comer, y contamos con el CLAP, que algunas veces se tarda más de un mes, pero cuando llega es un alivio, pero momentáneo, porque no sabemos con qué productos llegará y hay que adaptarse», explicó.

 

A través de los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), el Gobierno distribuye alimentos de bajo costo en cajas de cartón o bolsas plásticas, en ocasiones conteniendo arroz, harina de maíz para hacer arepas, aceite y otros productos de primera necesidad, y los vende hasta 1.000% menos de lo que cuestan en cualquier comercio.

 

Las mujeres venezolanas también se preocupan por el acceso a medicamentos, y admiten que a diario rezan para que sus hijos no se enfermen.

 

«A mi hijo le salió un absceso y ahora tiene un hueco con riesgo de que le salgan gusanos. Como no puedo pagar antibióticos, los médicos me dijeron que le colocara hojas de llantén, y en eso estoy», dijo a Sputnik Mayerlis Ramírez, de 34 años, quien trabaja como vigilante en un supermercado, mientras limpiaba la pierna de uno de sus tres hijos.

 

El canciller Arreaza resaltó que el «bloqueo unilateral» de EEUU dificulta la importación de medicamentos a Venezuela y eleva sus costos.

 

Yugeida Prada, de 32 años, madre de seis niños y también embarazada, cuenta que en su último parto pidió a los médicos que le realizaran una ligadura de trompas para no tener más hijos.

 

«Yo pedí que me ligaran, pero me dijeron que tenía que llevar gasas y antibióticos y no tenía para comprar eso. Ahora estoy otra vez embarazada, y ¿qué voy a hacer?, ¿abortar a ver si me muero? Me toca quedarme con mis hijos y ver si cuando tenga a este me ligan», señaló.

 

En Venezuela, la discusión sobre la legalización del aborto ha quedado congelada.

 

En esta nación caribeña la interrupción del embarazo es ilegal (salvo en casos en que corra riesgo la salud o la vida de la mujer), y puede ser castigada con entre seis y dos años de prisión.

 

No existen cifras oficiales de muertes como consecuencia de abortos, pero de acuerdo con un informe presentado en abril por la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, entre 2018 y 2019 los abortos clandestinos se incrementaron ante la escasez de anticonceptivos.

 

Prada es la que tiene más hijos en esta comunidad que visitó Sputnik, y cuenta que su principal objetivo como madre es que sus hijos estudien para que no vivan lo mismo que ella.

 

«Como madre, lo más importante es que puedan ir a la escuela, porque cuando yo era pequeña nadie me obligó a ir, y así se me pasaron los años y salí embarazada a los 15 años», señaló.

 

El 12 de mayo se conmemora en la nación caribeña el Día de las Madres, que para estas venezolanas consultadas por Sputnik tiene más que nunca un significado de lucha.

 

(Sputnik)