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Cada año miles de ciudadanos latinoamericanos emigran dentro y fuera de la región movidos por todo tipo de causas, desde la economía a la política.

 

Se calcula que en todo el planeta hay un total de 243 millones de migrantes, siendo 35 millones los que abandonan sus países en Latinoamérica, según el informe sobre ‘Perspectivas de la Población Mundial: Revisión 2015’, publicado por Naciones Unidas.

 

El flujo de migrantes ya no se dirige solo a otros continentes, sino que aumentó dentro de la región gracias a los acuerdos gubernamentales de integración experimentados en la última década.

 

Son los países de Sudamérica quienes ofrecen las mayores facilidades a la hora de conceder permisos de residencia con derecho a trabajar, recoge la ‘BBC’. Sin embargo, los controles migratorios no han sido equiparados en todos los países. 

 

Puertas abiertas

En el sur de continente americano, gracias al Acuerdo sobre Residencia para los Nacionales de los Estados Partes del Mercado Común del Sur, Bolivia y Chile, se comparten las leyes migratorias.

 

Bajo ese paraguas legal, los nacionales de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y Ecuador podrán solicitar residencia temporal con derecho a trabajo «por un plazo de dos años, pudiendo transformarse en residencia permanente». El solicitante solo debe acreditar que no tiene antecedentes penales.

 

Venezuela fue excluida de los beneficios de ese acuerdo, debido a una controversia desatada en el seno de Mercosur.

 

País por país

El país latinoamericano con mayor número de migrantes y con menos restricciones es Argentina.

Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones, el 4,6% de la población que vive en su territorio es extranjera «llegando a un total de casi dos millones de personas». En su mayoría, llegan de Paraguay, Bolivia y Chile.

 

El informe agrega que, pese al endurecimiento de la Ley de Migraciones, aprobado por el presidente Mauricio Macri, solo se niega el ingreso o se expulsa del país a personas con antecedentes penales o que comentan crímenes.

 

En el caso de Brasil, la residencia temporal sin restricciones se aplica a los nacionales de Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

 

Ecuador no solicita visado a la mayor parte de sus visitantes y presenta procesos migratorios accesibles para los que desean establecerse dentro de sus fronteras, prohibiendo el ingreso a aquella personas con antecedentes penales.

Perú tiene la misma normativa de Mercosur y, junto con Ecuador, Bolivia y Colombia, suscribe otro convenio similar que aplica en la Comunidad Andina (CAN).

Panamá suaviza las normas migratorias a los países que considera amigos o socios, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Paraguay y Uruguay.

 

Entre las limitaciones panameñas figura una lista de 27 profesiones solo reservadas por ley a sus ciudadanos, como ingeniería, medicina, derecho, periodismo o barbería y cosmetología.

México restringe los permisos de residencia con derecho a trabajar a normas internacionales: tener un contrato de trabajo o dinero suficiente para invertir.

 

Lo más llamativo es que en Latinoamérica solo se exige visado de turista a los ciudadanos de Cuba y Haití.

 

(RT)