haciendo-el-papel-c.jpg

En la actualidad incontables son los venezolanos que están emigrando hacia otros países, principalmente hacia naciones latinoamericanas, en busca de un supuesto «mejor estilo de vida». Muchos de estos compatriotas, por desgracia, se trasladan hacia estas regiones portando consigo la muy chocante y mal afamada «viveza criolla».

 

Tal es el caso de los venezolanos que han elegido el Perú como nuevo lugar de residencia. Un grupo de ellos (no todos, por fortuna) se estarían valiendo de trácalas y de artimañas, a la hora de tramitar su Permiso Temporal de Permanencia (PTP). Esto estaría sucediendo a pesar de lo flexibles que suelen ser las leyes migratorias peruanas, para con los nacidos en Venezuela.

 

En este sentido, el periodista de sucesos del diario El Estímulo, Daniel Blanco, quien decidió instalarse en la ciudad de Lima por un par de años, relató cómo logró ser beneficiado con el PTP otorgado por el gobierno peruano, a pesar de los malos comentarios que estarían generando algunos de sus compatriotas.

 

Blanco cuenta que actualmente, para tramitar los documentos de Interpol, los funcionarios se encuentran atendiendo al menos a 300 venezolanos por día (antes atendían entre 30 y 70 extranjeros por día). La alta demanda, asevera el periodista, estaría generando colas y la cola, a su vez, estaría generando viveza criolla.

 

«Los últimos días de enero todos los males de Venezuela estaban en esa cola. Desde los que entran, obtienen una planilla adentro y la revenden afuera, hasta los que llegan de madrugada y pretenden montar una carpa en la vía pública, porque así lo hacían en Venezuela», relata Blanco.

 

«Algunos de los recién llegados están jodiendo la reputación de venezolanos que llevan años en Perú, construyendo una comunidad respetable», acota.

 

Posteriormente, a la hora de tramitar el PTP, el comunicador afirma que habían compatriotas vendiendo puestos en la cola por 30 soles (10 dólares). Más tarde, cuando entregó sus documentos en la taquilla, comenta que la funcionaria le dijo que el carnet estaría listo en un mes.

 

«Pero yo lo necesito ya, voy a trabajar en un periódico en una semana y sin ese carnet puedo perder el trabajo», habría argumentado el periodista. La funcionaria, al percatarse de que en efecto sí iba al Perú a trabajar, le dijo que obtendría el carnet el mismo día.

 

Blanco relata que normalmente la expedición del carnet tarda 30 días, pues en las referidas oficinas han decidido hacerle un estudio estricto a todos aquellos venezolanos que solicitan el PTP. Explican que algunos de estos ciudadanos, aparte de nunca obtener trabajo formal, podrían estar en malos pasos.

 

«No sé si serán cosas mías o efectivamente las acciones de unos pocos van a generar un estereotipo del venezolano. Si 100 o 500 que la embarran van a afectar la reputación de 8.000 que sí le echan bolas. Los que ya estamos en el exterior tenemos la responsabilidad de dejar el nombre de Venezuela en alto», concluye el periodista.

 

Al final, cuenta, solo le dieron el PTP a 60 venezolanos. Los otros 6.000 debieron esperar entre 15 a 30 días para que les aprobaran el documento.

 

(LaIguana.TV)