Un grupo de 65 militares desertores venezolanos fue desalojado de un hotel de Cúcuta, capital del departamento del Norte de Nariño, fronterizo con Venezuela, por falta de pago.

 

El delegado de la cancillería colombiana para las zonas de frontera, Víctor Alfonso Bautista Olarte, ha afirmado que «el hospedaje no puede ser eterno» y que por ello les han ofrecido tres opciones: subsidio para pago de alquileres por seis meses y otros beneficios; que prosigan con la solicitud de refugio en territorio colombiano o que se trasladen a Chile, Perú y Ecuador, con los gastos pagados por el Gobierno, recoge Caracol.

 

En un video colgado por el usuario Willian Cancino González, que se identifica como miembro de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) en su cuenta de Twitter, uno de los exmilitares venezolanos afirma que se trasladó a Colombia con el fin de prepararse para una eventual intervención militar en su país, que buscaría «derrocar» al presidente Nicolás Maduro, y pide ser atendido por el diputado opositor Juan Guaidó, quien les ofreció una ‘amnistía’ o una serie de beneficios a los integrantes de la FANB que lo apoyaran y desconocieran al Gobierno.

 

En otro clip, los supuestos exmiembos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) cantan el himno nacional venezolano a las afueras del hotel donde permanecían para que «los tomen en cuenta».

 

¿Qué dice Migración Colombia?

 

Un días antes de estas denuncias, Migración Colombia emitió un comunicado donde afirmó que había determinado un «esquema de atención» para los exintegrantes de los cuerpos de seguridad venezolanos en su territorio, con el objetivo de que «puedan desarrollar una vida como civiles y en completa normalidad».

 

Según el escrito, se acogerán a esta medida los exmilitares que ingresaron al país suramericano entre el 23 de febrero y el 14 de mayo, cuando se firmó un ‘memorando de entendimiento’ con Humberto Calderón Berti, representante de Guaidó ante ese país.

 

Entre los beneficios se encuentran un ‘Permiso Especial de Permanencia’, que les permite laborar y «tener acceso a condiciones básicas en el país».

 

En el texto se aclara que no podrán ejercer funciones militares, policiales o de seguridad, ni portar armas o uniforme, tras acogerse a los beneficios del Gobierno colombiano.

 

Otros desalojos

 

Esta no es la primera vez que los venezolanos denuncian ante los medios el «abandono». Hace casi dos meses, otro grupo de exmilitares pidió hablar con Guaidó cuando les notificaron que debían dejar el refugio donde permanecían en Cúcuta, tras el intento fallido de ingreso de ‘ayuda humanitaria’ en la frontera entre Colombia y Venezuela, el pasado 23 de febrero. Luego de ese hecho, un grupo de uniformados venezolanos, que según Bogotá asciende a 1.400, dejo su país y se instaló al otro lado de la línea limítrofe, a la espera de beneficios.

 

A pesar de que Migración Colombia ha dicho que las medidas que propone son «mientras las condiciones en su país natal les permiten volver a ejercer sus funciones en la fuerza pública», Caracas ha expresado que todos los uniformados incurrieron en delitos como traición a la patria, por lo que deberán asumir sus responsabilidades penales y no podrán reintegrarse a la FANB.

 

(RT)