Así, el Ministerio de Asuntos Exteriores noruego informó en su página web que estableció contacto con los representantes de las figuras políticas centrales de Venezuela con el fin de normalizar la situación en el país.

 
 

Según explicó a Sputnik el politólogo y colaborador del Centro de Estudios Políticos Vladímir Sudarev, ello tiene una explicación.

 

En particular, el país nórdico participa en las negociaciones porque tiene una gran experiencia en estos temas.

 

«Previamente actuó como intermediario entre el Gobierno español y la organización terrorista ETA.

 

También participó en las negociaciones entre los representantes del poder político de Colombia y las FARC», dijo el experto especializado en América Latina.

 

Por lo cual, vista la experiencia en temas de intermediación acumulada por este país, el experto se pregunta: ¿qué otro país podría ser si no fuera Noruega? No obstante, Sudarev afirma que la atención debe centrarse en las propias negociaciones.

 

«Lo más importante es que las negociaciones han comenzado. Al fin y al cabo, durante medio año, desde que Guaidó se autoproclamó como el presidente interino de Venezuela, las dos partes del conflicto negaban cualquier posibilidad de negociaciones, fueran cuales fueran», sostuvo.  

 

El hecho de que las dos partes hayan accedido a la mesa de negociaciones es el resultado del trabajo llevado a cabo por Noruega con cada una de estas partes por separado, destacó el experto.

 

Según él, solo un diálogo y la conciliación nacional pueden solucionar la situación actual, donde «Venezuela está prácticamente dividida en dos y está en una terrible situación económica».

 

«El país debe ser salvado con los esfuerzos conjuntos de la oposición y del Gobierno vigente de Nicolás Maduro. Por lo cual, considero que es un paso muy positivo», concluyó Sudarev.  

 

Además, añadió que estas negociaciones les quitan la oportunidad a los ‘halcones de Washington’, tales como John Bolton y Mike Pompeo, de imponer de alguna manera el escenario de una intervención militar, que con las negociaciones es prácticamente imposible.

 

(Sputniknews)