cuadro-mackk.jpg

Una antigua leyenda sobre los arcos que conforman el logo de McDonald’s está rondando otra vez por internet gracias a Foodbeast, un sitio web de noticias relacionadas con la gastronomía, que mencionaba en uno de sus artículos un dato sobre el famoso restaurante que recoge Eric Schlosser en su libro Fast food: el lado oscuro de la comida rápida. 

 

En esta obra, Schlosser ahonda en la psicología y la historia que hay detrás de los arcos dorados que forman el logo de McDonald’s y explica que el símbolo original estaba formado por dos arcos separados, colocados a ambos lados de un restaurante McDonald’s, pero que con el tiempo estos arcos acabaron juntándose para dar lugar a la icónica forma de M.

Cuando los directivos de McDonald’s estaban pensando en deshacerse de los arcos en la década de los sesenta, contrataron al psicólogo y asesor de diseño Louis Cheskin. Cheskin recomendó a la cadena que conservara los arcos en el logo por una razón muy interesante: tenían una gran carga freudiana en el subconsciente de los clientes. 

 

Según el experto, los arcos dorados recordaban a unos pechos de tamaño considerable: «Los pechos de la madre McDonald’s». No tenía sentido perder el atractivo de ese simbolismo tan universal y al mismo tiempo tan estadounidense. La empresa siguió los consejos de Cheskin, conservó los arcos dorados y los utilizó para formar la M de McDonald’s.

 

El diseño lleva siendo prácticamente el mismo desde entonces. La edición estadounidense del HuffPost pidió a McDonald’s que confirmara la veracidad de esta versión de los hechos, pero no hubo ninguna respuesta. Sin embargo, una cosa es segura: nunca volveremos a mirar a esos arcos con los mismos ojos.

 

(msn.com)