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Los familiares y allegados al animador del programa “La Bomba”, Arnaldo Albornoz, ya no son los mismos luego que su asesinato les dejara una cicatriz profunda que nunca lograran sanar y es que, este hombre emprendedor siempre les mostró el cariño y la humildad que lo caracterizaba y que lo llevó a ser amado por las personas que lo rodeaban.

 

Arnaldo perdió la vida el pasado 15 de enero a manos de la delincuencia desatada cuando llegaba a su vivienda, situada en las residencias Paramaconi, edificio 2, bloque 14 en la UD5 de Caricuao, en el municipio Libertador de Caracas y este miércoles cuando se cumple un mes de su asesinato, El Cooperante se adentró al edificio para conocer un poco más sobre la vida del “más temido de la farándula”.

 

Arnaldo vivía con su madre en el piso 3, específicamente en el apartamento 303, un lugar amplio con sala-comedor, cocina, balcón, cuartos y baño. Este inmueble para el momento se encuentra abandonado, debido a que la progenitora del animador se fue del lugar por miedo y terror. Se conoció que se fue a vivir a Los Cortijos. “Ella dejó sus raíces por todo lo que está pasando y por la tristeza que siente”, manifestó Yadira Ortega, estilista y amiga de Arnaldo.

 

Fricci Maiquetía, llamada cariñosamente “La Nena”, quien tiene su apartamento al lado del inmueble donde vivió el animador, develó que la madre de Arnaldo se fue del lugar aterrada tanto por la muerte de su hijo y también porque la inseguridad sigue azotando los alrededores del edificio Paramaconi. “La delincuencia está desatada. Esos que nos azotan no son de aquí, este es un sector muy alejado y como tiene una sola avenida principal pasan motorizados y a la que vean con una cartera se la arrancan y se van, etc”, dijo.

 

Arnaldo, el “Patch” de las residencia Paramaconi

 

Albornoz vivía con su madre desde muy pequeño y las niñas de la residencia Paramaconi siempre le decían “Patch” de cariño, debido a que normalmente era muy atento, amable y divertido con los que lo rodeaban.

 

“Era un muchacho extrovertido, divertido, buen estudiante. Nosotros lo llamábamos cariñosamente Patch entre nosotros, responsable, tenía buena relación con los vecinos”, reveló La Nena, quien siempre lo recibía en su casa cuando él iba a jugar con sus nietas.

 

Fricci Caballero, otra vecina de Arnaldo, quien lo conoció desde que era pequeño, rememora las vivencias que tuvo con el animador. “Lo conozco de toda la vida, nosotros también le decíamos Arnaldito de cariño, pero a él no le gustaba que le dijeran así porque él ya estaba grande. Él era una persona que siempre conservaba su humildad intacta, a pesar de que estaba en el mundo de la farándula”, expresó Caballero.

 

Una muerte sin aviso

 

Caballero manifestó que cuando se enteró del asesinato de Arnaldo no podía contener las lágrimas. “A uno se le arruga el corazón porque era una persona que conocía desde muy pequeña, una persona con la quién jugué. Cuando alguien que quieres no está te afecta porque él no se lo merecía”, lamentó.

 

Por su parte, la estilista de Arnaldo recordó ese momento como un hecho que la marcó para toda su vida. “Yo lo vi cuando salió de su casa, estábamos riéndonos y luego tuve que escuchar todo porque vivo muy cerca de él. Escuche los tiros, los golpes del choque y a su madre gritando y llorando, tuve que pasar por toda esa tristeza y sin atreverme a salir, porque con esas cosas no puedo luchar, con esas cosas lamentables que pasan. Uno no está acostumbrado a que la gente se vaya, nos deje y mucho menos de esa manera”, manifestó llorando.

 

Yadira Ortega repudió que los venezolanos tengan que morir a manos del hampa. “Que tristeza que los padres tenga que enterrar a sus hijos porque la delincuencia está desatada, porque vivimos en un país donde la seguridad se acabó para cualquiera de nosotros. La gente muere porque no hay nadie que nos cuide”, repudió.

 

Arnaldo Albornoz, un hombre afable partió del mundo terrenal, pero dejó en sus seres queridos y en las personas que lo conocían una enseñanza de humildad, coraje y profesionalismo. Tres palabras que lo caracterizaban y lo llevaron a ser exitoso en el mundo intrincado de la farándula. A un mes de su muerte sus familiares solo claman justicia.

 

(EPmundo)

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