El volcán Agung, ubicado en la isla indonesia de Bali, ha vivido una potente erupción.

 

Las cenizas arrojadas alcanzaron una altura de tres kilómetros y cayeron sobre varias aldeas de la zona. Las autoridades aumentaron el nivel de riesgo y evacuaron a miles de residentes locales.

 

La erupción provocó la cancelación de varios vuelos del aeropuerto de Bali. La situación en la isla, que recibe a más de 5 millones de turistas al año, ya ha vuelto a la normalidad.

 

Más de 1.000 personas murieron cuando el monte Agung entró en erupción en el año 1963. Luego, el volcán reanudó su actividad en el 2017, lo que despertó el temor de que se produjera otro gran desastre.

 

(Sputnik News)