Stacy inicia el programa comparando a los miembros de la sociedad actual con «agricultores arrendatarios» que reúnen su privacidad y todo aquello que convierte a las personas en individuos únicos para ofrecerlo a sus terratenientes: Facebook, Twitter y otras empresas de macrodatos.

 

Max, por su parte, considera que existe una tendencia a convertirnos en una sociedad inquilina del narcisismo tecnológico. El agujero de la memoria de la era online «forma parte ya de nuestra existencia cotidiana, ahora que pasamos del mundo físico al digital, que está controlado, monopolizado y centralizado por una serie de malos actores, de oligopolistas y de sociópatas hambrientos de poder que ejercen un poder no regulado de forma temeraria, sin importarles si con ello destruyen la sociedad tal y como la conocemos», comenta.

 

No obstante, los usuarios de las redes sociales «se miran a sí mismos en el dispositivo como buenos narcisistas, pero siempre habrá alguien capturando esos datos y monetizando a esas personas», acota Stacy.

 

En la segunda parte del programa, se debate sobre el hecho de que en la actualidad se ha puesto «de moda silenciar a la gente» en las redes sociales. Al respecto, Bill Ottman, de Minds.com, considera que detrás de esa tendencia habría intereses económicos.

 

Max también coincide con ese punto de vista. «El mundo de las finanzas está disgustado al ver que ya no puede manipular las elecciones como hacía antes. Ni siquiera el FBI o la CIA pueden orquestar ya los golpes de Estado de antaño, como el de Venezuela», concluye el presentador del programa.

 

 

(RT)