Sin las medidas coercitivas unilaterales aplicadas contra Venezuela desde 2015 por parte de los gobiernos de Estados Unidos, la economía nacional debió haber entrado en una fase de recuperación a partir de 2016, derivada de la mejora en los precios petroleros.

 

Esta es uno de los hechos objetivos que quedan demostrados al revisar la información difundida esta semana por el Banco Central de Venezuela acerca de los principales indicadores económicos de los últimos años.

 

El comportamiento de las variables económicas fundamentales demuestra técnicamente lo que la colectividad nacional ha experimentado en su propia carne: las llamadas “sanciones” de Estados Unidos han impedido que la economía nacional se recupere de la manera que debería haberlo hecho a partir de 2016, cuando se inició el repunte de los precios petroleros.

 

“Los ciclos de la economía venezolana han estado siempre correlacionados con la evolución de los precios del petróleo, no obstante, esta vinculación se perdió a finales de 2016, cuando los precios del crudo empiezan a recuperarse mientras que la actividad económica siguió disminuyendo debido al efecto del bloqueo financiero internacional”, indica un informe de las autoridades.

El gráfico que acompaña a esta afirmación es muy ilustrativo. En él se comparan las variaciones del Producto Interno Bruto con las de los precios del crudo. Entre los años 2000 y 2015, un indicador es espejo del otro: cada vez que sube el precio, se dispara el PIB, y cada vez que baja el precio, se desploma el PIB. Los picos altos (tanto de precios como de PIB) se observan en 2000, 2004, 2008 y 2011. Los picos bajos (igualmente paralelos) se ubican en 2001, 2009 y 2015.

 

La conducta inusual se produce a partir de entonces: el precio del petróleo se recupera en un despegue casi vertical hasta alcanzar picos en 2017 y 2018. Pero en este caso, el PIB no acompañó ese reimpulso del mercado de hidrocarburos, sino que continuó la caída libre del aparato económico. La explicación de ese fenómeno tan atípico en toda la historia de la Venezuela petrolera se encuentra en las agresiones que el país ha sufrido por parte tanto del gobierno de Barack Obama como el de Donald Trump.

 

El análisis de estas cifras ha llevado a académicos como Jeffrey Sachs y Mark Weisbrot, a afirmar que “las sanciones han imposibilitado salir de la crisis que comenzó con la caída de los precios del petróleo, impidiendo su recuperación desde 2017”.

 

Los investigadores indican que “El impacto de las sanciones redujo la ingesta calórica, aumentó las enfermedades y la mortalidad y desplazó a millones de venezolanos que huyeron del país como resultado del empeoramiento de la depresión económica y la hiperinflación. Las sanciones agudizaron las pérdidas económicas e hicieron casi imposible estabilizar la economía. Las sanciones aún más severas y destructivas fueron establecidas por la orden ejecutiva 13.857 del 28 de enero de 2019 y las órdenes ejecutivas subsiguientes en el mismo año; y el reconocimiento de un Gobierno paralelo, que, como se muestra a continuación, creó un nuevo conjunto de sanciones financieras y comerciales que son aún más devastadoras que las propias órdenes ejecutivas. Las declaraciones del Ejecutivo estadounidense indicaron que el propósito de las sanciones era provocar una rebelión militar para derrocar al gobierno”.

 

Balance de cuenta corriente

 

Otro síntoma del pernicioso impacto de las medidas coercitivas unilaterales en la economía nacional puede apreciarse en otras de las cifras y gráficos difundidos por el BCV. Se trata del comportamiento de la balanza de cuenta corriente del país. Este indicador muestra los bienes que se exportan y los que se importan, es decir, que muestra la forma como la nación interactúa comercialmente con el resto del mundo.

 

“El sector externo venezolano ha mostrado generalmente un balance positivo en su cuenta corriente, salvo en los años 2015 y 2016, como resultado de la severa caída de los  precios del crudo. Como se ha señalado, a pesar del incremento en los precios del petróleo a partir de 2016, al no recuperarse el volumen de producción doméstico por las sanciones explicadas, la mejora de los saldos en la cuenta corriente se debió en buena parte, a una caída en las importaciones del país. Esta caída afectó tanto al aparato productivo como a la capacidad de consumo de las familias”, indica el informe gubernamental. El gráfico asociado a esta idea también es bastante demostrativo.

 

Ahorcamiento financiero

 

Entre las diferentes medidas orientadas a asfixiar al país, EEUU ha decretado el cierre de todos los mecanismos de financiamiento externo.

“Las restricciones de flujo externo (entrada de capitales) producto de las sanciones, han afectado directamente a las importaciones del país, eso se evidencia en las cifras de los años 2013, 2016, 2017 y 2018, esencialmente por la reversión del financiamiento externo bruto al sector público. (…) Los recursos provenientes de los mercados internacionales de crédito están cerrados para la economía venezolana desde2013, a pesar del gran esfuerzo que hizo la República para honrar sus compromisos hasta finales del 2017”, puntualiza el informe.

 

(LaIguana.TV)