Este jueves, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, reveló que un grupo de oficiales de la la Fuerza Aérea Venezolana (FAV) tenían preparado un “ataque golpista», que fue desarticulado gracias a las denuncias de otros oficiales revolucionarios.
En ese sentido, a través de diferentes inspecciones, dichos oficiales resultaron detenidos por las autoridades, acusados de la intentona golpista.
De acuerdo a planes conocidos por sistemas de investigación, un avión Tucano especialmente artillado operaría sobre algún sitio abierto donde se encontraría el presidente de la República.
Según contó el propio presidente desde la parroquia La Pastora, el modus operandi era grabar un video de un «general golpista que está preso y enjuiciado -para que usted vea lo que hace la derecha, si no le sirven los botan- quien está convicto y confeso de todo lo que estaba haciendo, él lo declaró, quién le dio el dinero, quién con un mapa trazó los objetivos a ser bombardeados», para luego mostrar al mundo una fallada de golpe de Estado.
«La idea trazada desde Washington era atacar con un avión Tucano y bombardear el palacio de Miraflores o donde yo esté, más otros puntos como Telesur, el ministerio de la defensa», fueron las palabras de Maduro y luego explicó que se pensaba pasar ante los medios de comunicación un remedo de golpe de Estado.
Además, dijo Maduro «ellos definieron un gobierno de transición, un Pedro Carmona Estanga».
El objetivo del video era confundir al mundo y decir que Maduro había sido derrocado por un golpe de Estado.
Los siete oficiales están presos, declarando y contando todo con pelos y señales; según las declaraciones del presidente Maduro, estaban buscando unos muertos en las manifestaciones de Caracas y las del interior del país, pero «en primer lugar, la concentración de la derecha no tuvo asistencia y, segundo, no se lo permitimos».
(LaIguana.TV)