Este domingo, tras escucharse fuertes detonaciones provenientes de la Cota 905, se posicionó en las redes sociales el nombre del cantante de salsa Alex de Castro.

La versión inicial atribuyó las detonaciones a disparos que hacían delincuentes de la zona en póstumo homenaje a dos colegas abatidos por la policía y cuyo funeral se realizaba en ese momento.

Mientras que la incorporación del cantante se hizo con la difusión de la información de su participación en el funeral y de un vídeo de 30 segundos de la supuesta presentación, especulativamente pagada en billetes verdes.

Alex D’Castro (así firma) es un muy popular (en ese medio o comunidades) pastor evangélico que usa su talento para impulsar sus creencias religiosas. Es de Puerto Rico, le dicen «El Tenor de la Salsa» y canta «salsa romántica», una variante más bailable de la música de Gilberto Santa Rosa.

El viernes tuvo una muy esperada presentación en Caracas (con entradas de 20 dólares) y el sábado se fue a predicar el Evangelio, gratis, en la Cota 905. Sus publicaciones en Facebook e Instagram sobre la actividad en la barriada muestra claramente la naturaleza religiosa del encuentro.

La campaña en su contra se activa luego de los tiroteos que al parecer forma parte de otra campaña orientada a posicionar una ciudad en guerra. 

Llama la atención que no hubo datos precisos sobre los «mártires» (sino hasta la noche) pese a que los impulsores son reporteros de sucesos que tienen acceso a información de funcionarios policiales. No tuvieron ni antes ni ayer los nombres, edades y antecedentes de Alexito (y el cantante y pastor es Alex) ni de Cara Cortada (Scarface hollywoodense). A media tarde el trabajo estaba hecho: Caracas es una ciudad donde los delincuentes tienen un enclave en su centro, portan y disparan sus armas libremente y contratan artistas internacionales en divisas con permiso del régimen de Nicolás Maduro. 

Así lo dicen medios web como Caraota Digital, La Patilla, Maduradas y todas las plataformas noticiosas del antichavismo.

 

(La Tabla)