La corona de oro, antes hurtada por vándalos y arrojada al mar, y hallada en días pasados por unos pescadores que navegaban las aguas que comparten las islas Margarita y Chacopata, será devuelta en una ceremonia a la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle, patrona de los margariteños y del oriente venezolano.

 

La información la dio a conocer la cuenta en Instagram que sigue de cerca la devoción a la Santa Madre, @devocionvallera.

 

“Queridos devotos de la Virgen del Valle, nos alegramos con la grata noticia de saber que ya la corona de Nuestra Madre fue encontrada por unos nobles pescadores se encuentra en la isla de Margarita y será devuelta públicamente este domingo de Pentecostés”, publicó el grupo de devotos, a través de un audio colgado en la red social.

 

Además, ofrecieron detalles sobre la ceremonia: “En una celebración eucarística presidida por monseñor Fernando Castro, obispo de Margarita, a las 10:30 am, invitamos a todo el pueblo neoespartano y a todos los devotos de nuestra Santísima Madre, a devolverle a Ella este tesoro que es significado de la fe y del fervor del pueblo margariteño, del pueblo venezolano  a la Santísima Madre de Dios”.

 

Esta coronilla, que pesa 165 gramos del preciado metal amarillo, fue encontrada por unos trabajadores del mar que navegaban en el oriente del país, pues se había atascado en el motor de su lancha. Acto seguido, quedaron perplejos por el hallazgo y capturaron fotografías de la pieza.

 

Según denunciaron los hombres, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), les solicitaron que suprimieran las fotos y que cedieran la joya. Trascendió que esta había sido trasladada a una base militar en Carúpano.

 

Preocupados, los pescadores hicieron todo a su alcance para recuperar las imágenes de los teléfonos y publicaron la información, que llegó hasta la prensa local y rápidamente circuló en múltiples medios de comunicación.

 

Los devotos de la cuenta Devoción Vallera habían solicitado que fuese llevada al museo de la Virgen, situado a escasos metros de la Basílica de Nuestra Señora Del Valle.

 

La corona había sido robada por vándalos en 2009. Al verse acorralados, arrojaron esta pieza y otras reliquias más al mar.

 

(Panorama)