Una mujer de la ciudad de Morecambe, condado de Lancashire, Reino Unido, perdió una pierna como resultado de un intrascendente accidente doméstico, informa Mirror este jueves.

 

De acuerdo con el rotativo, Gill Haddington, de 42 años, se estaba preparando para salir de casa, una mañana de septiembre de 2015, cuando un frasco de perfume, además vacío, se le cayó de la cómoda y aterrizó en su pie. Fue tal el dolor que la mujer incluso pensó que se había fracturado y se apresuró a visitar a un médico.

 

Radiografías y escáneres no mostraron ni fracturas ni lesiones, y la mujer fue enviada de vuelta a casa. Sin embargo, con el tiempo el dolor se hizo más intenso, al punto que un médico dictaminó que Haddington sufría de fibromialgia, una condición que causa dolor en todo el cuerpo, provocada por altos niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro y el sistema nervioso.

 

Cuando su pie se hinchó hasta el doble de su tamaño, se desgarró en úlceras y se torció hacia un lado, con los dedos de los pies curvados para abajo, Haddington realmente comenzó a preocuparse, ya que no podía caminar y ni siquiera alimentarse por sí misma.

 

Finalmente, cuando en mayo de 2016 le diagnosticaron un síndrome de dolor regional crónico, una afección con la que una persona experimenta un dolor persistente, severo y debilitante como resultado de una lesión, la mujer empezó a pensar en amputación.

 

En febrero de 2017 visitó a un especialista y le rogó amputarle la pierna, que ya por casi dos años le venía causando un dolor insoportable. «Al principio el especialista no quería hacerlo, pero vio cuánto dolor sentía y cedió», cuenta la mujer.

 

Ahora Haddington, recuperada de la amputación, se acostumbra a su primera prótesis e incluso ha vuelto a nadar. Según afirma, esto le trae alegría y en el futuro planea participar en competencias con fines de caridad.

 

(RT)