Antonio Guzmán Blanco nació en Caracas, el 28 de febrero de 1829, durante toda su vida se desempeñó como militar, estadista y político venezolano, además fue presidente de la nación en tres ocasiones (1870-1877, 1879-1884, y 1886-1888).

 

Guzmán obtuvo varios títulos otorgados, entre ellos : «autócrata civilizador», “el ilustre americano”, “el regenerador y pacificador”, así lo definían sus seguidores y detractores. 

 

Asimismo, se le conoció como el “modernizador de Venezuela”, porque durante sus mandatos construyó numerosas edificaciones públicas, mejoró la economía y su mandato se desarrolló con relativa paz.

 

Su vida

 

Antonio Guzmán Blanco fue hijo de Antonio Leocadio Guzmán, uno de los hombres más importantes en la historia política del país, que comenzó su vida gubernamental a finales de la época independentista cuando regresa a Venezuela en 1821 y comienza a trabajar con Simón Bolívar, fundador del partido liberal en Venezuela.

 

La influencia que ejerció su padre, le dio a Guzmán Blanco la fuerza para convertirse en un ícono político, lo convirtió en un hombre que iba a la lucha política.

 

Antonio José Ramón de La Trinidad y María Guzmán Blanco, considerado también como el “autócrata ilustrado” por su capacidad para promover el progreso en Venezuela, además por su preparación en todos los ámbitos, falleció en París-Francia, el 28 de julio de 1899.

 

Dejó un legado de lucha y una hegemonía política que se extendió durante casi dos décadas.

 

Su carrera

Guzmán Blanco estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela. Su primer cargo público lo desempeñó como jefe de sección en la Secretaría de Relaciones Exteriores. 

 

El 1 de marzo de 1856 se recibió como licenciado en derecho civil, y el 14 de abril siguiente obtuvo el título de abogado, lo que lo llevó a ejercer cargos diplomáticos en Estados Unidos.

 

A su regreso a Venezuela, en 1858 Guzmán Blanco fue acusado de participar en un movimiento conspirativo contra el gobierno de Julián Castro llamado “La Galipanada”, razón por la cual, fue enjuiciado pero resultó absuelto.

 

Guzmán Blanco luchó con el bando liberal en la Guerra Federal y luego de obtener la victoria, en 1863, pasó a formar parte del Gobierno de Juan Crisóstomo Falcón.

Fue testigo de la Revolución Azul que se llevó a cabo contra Falcón y lideró la Revolución de Abril, para regresar el poder a los liberales.

 

Por otra lado, fue acusado de ser un caudillo y de hacer política de una forma muy personal. 

 

Sus gobiernos

 

Los períodos gubernamentales en los que Guzmán Blanco mandó son conocidos como Septenio (1870-1877), el Quinquenio (1879-1884) y el Bienio (1886-1888), aunque el último no lo completó.

 

En los 18 años que gobernó Guzmán Blanco fueron implementadas medidas importantes que buscaban hacer de Venezuela un estado moderno.

 

Tras culminar el primer periodo de Guzmán Blanco, asume el poder el general Linares Alcantara. Éste dio inicio a un movimiento antiguzmancista y provoca la llamada Revolución Reinvindicadora en 1879, liderado por el general Gregorio Cedeño. Dicho movimiento regresó al poder a Guzmán.

 

Su periodo termina nuevamente caracterizado por las protestas estudiantiles, las mismas se intensificaron durante la presidencia de Joaquín Crespo, quien asumió el poder después de Guzmán, pero a diferencia de Linares Alcantara, Crespo las controló con ciertas medidas. 

 

Para lograr que Guzmán Blanco volviera al poder inicia el movimiento conocido como “Aclamación”, nombre con el cual se comienza a conocer el tercer y último período de este.

 

Es así como Guzmán Blanco gobierna Venezuela por dos años más, a partir de 1887 hasta 1889.

 

Luego de culminar su último periodo presidencial se retiró de la vida política completamente y se muda a Europa, específicamente a París. En ese momento el poder recae en las manos del general Hermógenes López.

 

Estos dos años guzmancistas estuvieron caracterizados con la disipación del hábito de guerra en la población y que se perdiera el interés en convertirse en revolucionarios y por consiguiente, en propiciar una revolución. Así que se puede decir que hubo una paz casi absoluta.

 

Sus obras

 

Del gobierno resaltan la creación de nuestra moneda (Bolívar), la instauración del himno nacional, el segundo censo nacional, la creación de la Gaceta Oficial, el Antiguo ferrocarril entre Caracas y La Guaira, la fundación de la Academia Venezolana de la Lengua, el servicio telefónico entre Caracas y La Guaira.

 

Además, fomentó la agricultura y la educación pública, estímulo al comercio, e importantes obras públicas entre ellos el Panteón Nacional, el Palacio Federal Legislativo, Teatro Municipal, el Parque El Calvario, el Templo Masónico de Caracas, la Basílica de Santa Teresa, la Santa Capilla, la estatua ecuestre del Libertador en la Plaza Bolívar, la Plaza El Venezolano así como las fachadas del Palacio de las Academias y el Palacio de la Exhibición, Palacio Arzobispal de Caracas y la Iglesia de San Francisco entre otras edificaciones y obras civiles.

 

En tal sentido, otras principales obras del guzmancismo figuran: la instalación de la Academia Venezolana de la Lengua en 1883. Mejoró la red de carreteras, ferrocarriles, líneas de navegación, correos y telégrafos. Estableció el sistema métrico de pesas y medidas y fundó un servicio nacional de estadísticas. Hizo levantar mapas, censos e inventarios de la nación, y de esta manera, estableció una economía, si no floreciente, al menos estable.

 

(Globovision)

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