«Durante todo este año, hemos avanzando de forma acelerada con la finalidad de consolidar el proyecto, y brindarle una herramienta útil al país y al mundo», señaló Ramírez.
Como resultado, indicó, en Venezuela ya hay personas que transan y venden algunos productos con el Petro, además de utilizarlo como herramienta de ahorro y captación de remesas.
Para facilitar el acceso a estas y otras operaciones, la Sunacrip lanzó recientemente una nueva aplicación, PetroApp.
«En este último mes estamos incorporando los servicios por parte del Estado, por lo menos para que algunas instituciones acepten el Petro como forma de pago, como por ejemplo, algunos pasaportes y bienes que sean de uso exclusivo para la población», adelantó.
Por lo tanto, resumió Ramírez, la criptomoneda nacional ya tiene un marco jurídico y ha alcanzado cierta usabilidad y convertibilidad, construyendo poco a poco su ecosistema.
El funcionario venezolano relató que durante su participación en el Foro de San Petersburgo tuvo la oportunidad de presentar los avances del Petro ante autoridades y empresarios de Rusia y la Unión Económica Euroasiática (UEE), organismo de integración regional integrado además por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán.
«Durante nuestra visita al foro presentamos los avances del Petro ante representantes del Gobierno ruso, miembros de la asociación de ‘blockchain’ de Rusia y algunos empresarios privados, así como representantes de la Comunidad Euroasiática, y tuvimos una recepción excelente», destacó.
El Petro venezolano, según Ramírez, representa «lo que pudiese ser el milagro económico en los próximos años para muchísimos pueblos que están esperando liberarse de las ataduras que tienen con el sistema financiero tradicional».
En este contexto, el superintendente de criptoactivos manifestó que el Petro, una de las primeras criptomonedas estatales, con el tiempo puede convertirse en «un modelo de gestión, un ejemplo a seguir».