Detrás del cáncer que sufrió el presidente Hugo Chávez, “inusualmente agresivo y sospechoso” como afirma la periodista Eva Golinger, destacan como principales sospechosos su jefe de guardaespaldas, el teniente coronel Leamsy Salazar; el capitán del ejército Adrián Velásquez, también hombre de su círculo de seguridad y la esposa de este, Claudia Patricia Díaz Guillén, enfermera personal del líder de la Revolución Bolivariana y luego tesorera de la Nación. 

 

Actualmente Leamsy Salazar es testigo protegido del Gobierno de Estados Unidos. Es recordado por ser el Guardia de Honor que ondeó la bandera de Venezuela desde la azotea del Palacio de Miraflores cuando Chávez retomó el poder el 13 de abril de 2002.

 

“Basta con saber que un hombre que durante varios años fue uno de sus ayudantes más cercanos, que a menudo estaba solo con él y le trajo su comida, café y agua, ahora es un testigo protegido en los Estados Unidos. Pronto se revelarán las acciones encubiertas de Leamsy Salazar y la estrecha colaboración con las agencias de inteligencia en Washington”, asegura Golinger en una entrevista publicada en el año 2016. 

 

Después de la muerte del comandante Chávez, Salazar pasó a formar parte del círculo de seguridad del entonces presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; sin embargo, Cabello se sintió incómodo con su presencia y mandó a removerlo. En el 2014 contrajo nupcias con  Anabel Linares Leal, quien era graduada de la academia militar y trabajaba en el área financiera de las fuerzas armadas, por lo cual, tuvo acceso a información secreta sobre la compra de armas al extranjero, el matrimonio decide irse de luna de miel a República Dominicana. De allí se fue a vacacionar a España.

 

En diciembre de 2014 se dio a conocer la noticia de que Leamsy fue trasladado en un avión especial perteneciente a la Administración de Control de Drogas (DEA) con su familia desde España a los EEUU. El Gobierno gringo lo colocó en la lista de protección de testigos. Desde entonces los medios de la derecha han asegurado –sin pruebas- que Salazar ha proporcionado información a los EEUU sobre los funcionarios venezolanos involucrados en una red de alto nivel de tráfico de drogas. Especialmente, vinculan al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, sin embargo, ninguna de esa información ha sido verificada de manera independiente, ni se han publicado registros judiciales ni denuncias, si existen.

 

Desde entonces la familia de Salazar vive en EEUU, bajo protección federal. La “impecable rectitud” de Salazar, que fue «fiel» al Comandante hasta que se “decepcionó” por la corrupción imperante como sugieren algunos medios, queda en entredicho con declaraciones de su propia madre quien admitió al Sebin que “la guardia presidencial le pesaba mucho. Pero no tenía prisa por distanciarse de Chávez, porque el principal empleador de Salazar era otra persona, y esas personas insistieron en que cumpliera con sus deberes estrictamente”.

 

“Otra explicación de su participación en el programa de protección de testigos en los Estados Unidos podría incluir su participación en el asesinato de Chávez, posiblemente como parte de una operación negra de la CIA, o incluso realizada bajo los auspicios de la CIA pero realizada por elementos corruptos dentro de la Gobierno venezolano”, asegura Golinger. 

 

Otras de las personas que habrían participado en el asesinato de Chávez son el capitán del ejército Adrián Velásquez, quien estaba a cargo de la seguridad de Hugo, el hijo del presidente. Y su esposa, la exoficial de la Armada, Claudia Patricia Díaz Guillén, quien fue enfermera particular de Chávez durante varios años y tuvo acceso privado y sin supervisión a él. En el año 2011, Díaz Guillén pasó -por orden presidencial- a ser Tesorera de Venezuela, es decir, manejar los dineros de la nación sin experiencia previa.

 

“Tanto el capitán Velásquez como Claudia aparecieron en los Papeles de Panamá como dueños de una compañía fantasma con millones de dólares. También son dueños de propiedades en una zona de élite en la República Dominicana, Punta Cana, donde las propiedades cuestan millones, y han residido allí desde al menos junio de 2015. Los documentos muestran que justo después de que Chávez falleció y Nicolás Maduro fue elegido presidente en México. En abril de 2013, el capitán Velásquez abrió una compañía offshore el 18 de abril de 2013 a través de la firma panameña Mossack Fonesca, llamada Bleckner Associates Limited. Una firma suiza de inversiones financieras, V3 Capital Partners LLC, afirmó que administran los fondos del Capitán Velásquez, que ascienden a millones. Es imposible que un Capitán del Ejército haya ganado esa cantidad de dinero por medios legítimos. Ni él ni su esposa, Claudia”, relata la periodista y abogada venezolana-estadounidense. 

 

En abril de 2018 el matrimonio Velásquez-Díaz fue arrestado en España por solicitud de Venezuela. El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, los involucra en casos de legitimación de capitales y desfalco a la nación. Hasta ahora no se ha hecho efectiva la extradición desde España a Venezuela. Se sabe que el capitán Velásquez fue especialmente cercano con Leamsy Salazar.

 

“Era muy sospechoso que Salazar fuera trasladado en avión desde España, donde supuestamente estaba de vacaciones con su familia y llevado a Estados Unidos en un avión de la DEA. No hay duda de que estaba colaborando con el gobierno de los Estados Unidos y traicionó a su país. Lo que queda por ver es cuál era su papel exacto. ¿Le administró el veneno asesino a Chávez o fue uno de sus compañeros: el capitán Velásquez o la enfermera / tesorera Claudia?”, la incógnita a resolver sobre la posible participación de estas personas en el presunto asesinato del Comandante Chávez, planteada por la periodista Eva Golinger. 

 

(LaIguana.TV)