Cuando la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) incautó el contenido de varios contenedores ilegales, dentro de ellos hicieron un extraordinario descubrimiento: toneladas de ratas iban a ser vendidas en el mercado como alas de pollo.
Jenny Brookside, vocero de la FDA declaró: “Desgraciadamente ya es tarde para quienes lo compraron y consumieron. Siempre los consumidores deben verificar el origen y la composición de lo que van a ingerir, aunque cabe aclarar que no es fácil determinar cuando se trata de una carne o de otra”.
La misma FDA reconoció una información preocupante: En 2014 se reportó que cada año se venden en EE.UU. más de 15 toneladas de carne “falsificada”.
Para reconocer esta carne falsa, el agente de la FDA recomienda prestar especial atención al sabor y si notan una diferencia aunque sea mínima, deshacerse de ella. También admiten que no es fácil notar el contraste entre una y otra ya que en apariencia son muy semejantes y además, su sabor se disimula con el uso de condimentos y especias.
La FDA trabaja arduamente para retirar esta carne de rata del mercado como así también otras adulteraciones similares.
De modo que si vives en EE.UU. debes poner especial atención a las alitas de pollo que consumas y cuidar de que las empresas distribuidoras de estos alimentos sean serias y provean productos de calidad.
