El martes, mientras el presidente Iván Duque continuaba su gira en Londres, reuniéndose con el Príncipe Carlos y destacando el buen momento en las relaciones entre Colombia y el Reino Unido, con la firma de varios convenios comerciales e incluso uno que tiene que ver con el Cambio Climático, en el Parlamento Británico se le realizaba una especie de debate de control político en torno a la implementación del Acuerdo de Paz y los asesinatos de líderes sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes.

 

Y si de hacer un balance se trata, habría que decir que al jefe de Estado no le fue bien. Parlamentarios de varios partidos pidieron la palabra para cuestionar la gestión de Duque en torno a la paz e incluso contradecir algunas de las cifras que entregó sobre dicha implementación, en su visita al Reino Unido. Habló, por ejemplo, Jo Stevens, representante del Partido Laborista y convocante al debate, quien Stevens aseguró que el asesinato de líderes sociales está dejando la implementación en un momento “frágil”, lamentando también el asesinato de los más de 130 miembros de las hoy desmovilizadas Farc.

 

De hecho, Stevens ha visitado a Colombia en los últimos años, la más reciente en agosto de 2018, cuando participó en el llamado “Monitoreo de Paz” de la organización británica Justice for Colombia, y según indicó, la cifra citadas que manifestó Duque de una disminución del 32% en asesinatos a líderes sociales, “contradice directamente lo que se dice en los informes de las organizaciones de derechos humanos”.

 

En este sentido, criticó duramente a las recientes afirmaciones del expresidente y hoy senador Álvaro Uribe, de que 5.000 miembros de las Farc han vuelto a tomar armas después del proceso de paz, tildándolo de “totalmente falso”, “sin ninguna prueba” y como “una estrategia de socavar la implementación y la misión de verificación de la ONU”.

 

Incluso, la parlamentaria laborista cuestionó los motivos del actuar del presidente Duque en el caso de “Jesús Santrich”, mostrándolo como un ejemplo de “la preocupación que hay en la comunidad internacional frente el compromiso de Duque al proceso de paz y a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)”.

 

En el debate también intervino el ministro responsable de las Américas, Alan Duncan. En su intervención, resaltó la importancia que tiene la JEP para la comunidad internacional y criticó que Duque se hubiese esforzado, según él, “para socavar sistemáticamente a la justicia transicional desde su elección”, enfatizando que la JEP da una oportunidad de “verdad, justicia, y reconciliación para todas las víctimas y de acabar con la impunidad que ha existido desde hace décadas”.

 

Por su parte, Jim Shannon, parlamentario del Partido Conservador de Irlanda del Norte (DUP), quien participó en actividades de compartir experiencias con los negociadores en La Habana, reflexionó que los grupos neoparamilitares “piensan que están por encima de la ley”, al tiempo que advirtió que “si el proceso de paz va a avanzar, tenemos que saber que las personas en el poder están haciendo todo lo posible para pararlos”.

 

Por último, Patrick Grady, del partido de gobierno en Escocia, el SNP, destacó que Colombia es “el peor país en el mundo frente a los asesinatos de defensores de derechos humanos” y el país “más peligroso para sindicalistas”, resaltando también la importancia de la renovación del mandato de la Misión de Verificación de la ONU. Algo que también se ratificó en la sesión fue la ratificación del apoyo del Gobierno Británico, a través de la primera ministra Theresa May, para la implementación del acuerdo de paz.

 

(El Espectador)