El canciller ha asegurado en su cuenta de Twitter que Irán ha recuperado varios fragmentos de la aeronave no tripulada de Estados Unidos que las Fuerzas Armadas persas derribaron este jueves, después de que violara el espacio aéreo iraní.

 

“Hemos recuperado fragmentos del dron militar de Estados Unidos en nuestras aguas territoriales, donde fue derribado”, dice Zarif en su tuit, y reitera que, en contra de lo que sostiene EE.UU., la aeronave fue abatida tras adentrarse en el espacio aéreo persa.

 

El ministro comparte además las coordenadas exactas del incidente e imágenes que muestran su trayectoria de vuelo; también corrobora información difundida antes, según la cual el Northrop Grumman RQ-4 Global Hawk hizo su recorrido desde el despegue “en modo oculto”, es decir, con los radares y el transpondedor apagados.

 

“A las 00:14 el dron estadounidense despegó de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en modo oculto y violó el espacio aéreo iraní”, señala Zarif, que en un mensaje de poco antes reitera que Irán seguirá defendiéndose de este tipo de “agresiones” y que Teherán acudirá a las Naciones Unidas para denunciar la invasión aérea.

 

Del derribo informó a primeras horas de la madrugada de este jueves (hora local) la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, que dijo haber abatido un dron espía de EE.UU. que sobrevolaba la provincia meridional de Hormozgan.

 

“El derribo del dron estadounidense fue un mensaje claro a América (…) nuestras fronteras son la línea roja de Irán y reaccionaremos con contundencia a cualquier agresión”, ha advertido el comandante en jefe del CGRI, el general de división Hosein Salami.

 

La invasión del cielo persa por el dron estadounidense tuvo lugar en momentos de alta tensión en el Golfo Pérsico. Desde su salida unilateral del acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 —entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania—, Washington ha venido aumentando la presión sobre Irán, imponiéndole diversos embargos, al mismo tiempo que incrementa su presencia militar en Oriente Medio.

 

Las autoridades persas han restado importancia en diversas ocasiones a la retórica belicista estadounidense, que consideran parte de una “guerra psicológica”; no obstante, hacen hincapié en que sus tropas están listas para dar una “respuesta contundente en un tiempo récord” a cualquier posible agresión militar extranjera.

 

(Hispantv)