Un migrante salvadoreño y su hija, de un año y 11 meses, murieron ahogados tras ser arrastrados por la corriente del Río Bravo cuando trataban de cruzar a EE.UU. desde México.

 

La fotografía del padre, de nombre Óscar Alberto Martínez Ramírez, y de la bebé, Valeria, abrazados mientras permanecen boca abajo en el agua, detonaron una oleada de indignación ante la tragedia del fenómeno migratorio.

 

Otra versión de la misma escena fue publicada en la portada del periódico La Jornada, gracias al trabajo de la periodista Julia Le Duc, autora de la imagen.

 

La historia ocurrió el 23 de junio, cuando una familia de migrantes provenientes de El Salvador intentó cruzar por el río fronterizo que separa la ciudad mexicana de Matamoros (Tamaulipas) y la ciudad estadounidense de Brownsville (Texas).

 

Tania Vannesa Ávalos, esposa de Óscar y madre de la bebé, relató que su marido intentaba ayudarla a cruzar el río mientras la pequeña esperaba a orillas del mismo. Cuando Óscar regresaba a por su hija, la bebé se arrojó al agua y fue arrastrada por el caudal del Río Bravo. El cabeza de familia se lanzó tras ella y ambos murieron ahogados. Tania se salvó tras ser socorrida por otra persona, pero le tocó presenciar el momento en que su esposo y su hija desaparecían en las aguas.

 

Fuerzas de seguridad impiden que los migrantes centroamericanos crucen el Río Bravo, en Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua, el 21 de junio de 2019.López Obrador niega haber ordenado a los militares detener a migrantes centroamericanos en la frontera con EE.UU.

 

Sus cadáveres fueron hallados 12 horas después, el lunes 24 de junio, a un kilómetro del Puente Internacional que conecta Matamoros con Brownsville, lugar por el que intentaron cruzar nadando.

 

Los cuerpos del padre y la niña permanecieron sujetados por la camisa negra que vestía Óscar, quien fue encontrado con el cuello rodeado por el brazo derecho de la bebé.

 

La familia llevaba dos meses esperando turno para realizar su solicitud de asilo a EE.UU., mientras permanecían en el campamento Puerta México, del lado mexicano, soportando temperaturas de hasta 45 grados centígrados. Cansados de esperar y llenos de desesperación, decidieron cruzar el Río Bravo.

 

2.000 migrantes en campamentos mexicanos

 

A finales de mayo, alrededor de 2.000 migrantes hondureños, nicaragüenses, cubanos, brasileños y africanos esperaban en campamentos ubicados en Matamoros su solicitud de asilo a EE.UU. Una situación similar a la que se vive en otros puntos de la frontera, como Ciudad Juárez, donde militares retuvieron a migrantes que buscaban ingresar a suelo estadounidense.

 

Tras una negociación entre funcionarios mexicanos y estadounidenses, las autoridades del Instituto Nacional de Migración retiraron los campamentos a orillas del río y trasladaron a las personas a diversos albergues.

 

La muerte del padre e hija salvadoreños se produjo luego de que México accediera a restringir sus controles migratorios e impedir el paso de centroamericanos que buscan llegar a EE.UU., a cambio de que el Gobierno del presidente Donald Trump no impusiera aranceles a las mercancías mexicanas, lo cual hubiera derivado en una recesión económica para el país latinoamericano.

 

Reacciones e indignación

 

La imagen provocó una oleada de comentarios de indignación en México, incluyendo críticas a la política migratoria de Trump, quien busca reelegirse como presidente de EE.UU. en 2020.

 

Otros usuarios de redes, en cambio, resaltaron en sus comentarios las implicaciones negativas del fenómeno migratorio.

 

Este no es el único caso que en días recientes ha llamado la atención de los medios, en torno a migrantes salvadoreños que mueren en circunstancias trágicas en México. Zenaida, una mujer de 19 años, fue asesinada a balazos el pasado 14 de junio mientras recorría el estado Veracruz, situación que tuvo repercusiones en El Salvador.

 

(RT)