El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, confesó que le tiene «miedo» al proceso pacífico del diálogo en Venezuela, pues a su parecer la salida del gobierno del presidente Nicolás Maduro debe ser por la fuerza y ejecutado por la Fuerza Armada.

«Aquí se sigue insistiendo en un diálogo que solo ha servido para consolidar a Maduro. Tengo miedo de que, por esa vía, la tiranía venezolana se consolide como sucedió con la cubana», dijo Uribe, sobre quien pesan varias acusaciones formales vinculadas a crímenes de lesa humanidad durante su gestión de gobierno, entre 2002 y 2010, así como otros delitos relacionados al paramilitarismo, narcotráfico, desapariciones forzadas, asesinatos, torturas, falsos positivos, entre otros.

Las declaraciones las concedió el exmandatario colombiano, quien tras salir del poder confesó que estuvo a punto de atacar militarmente a Venezuela, en una entrevista con el diario español ABC.

Para  Uribe  el «desenlace» de Venezuela debe pasar por «una decisión de las Fuerzas Armadas de deponer a Maduro y al régimen».

Tras eso, alega Uribe, quien también es detractor del proceso de paz en Colombia, el poder en Venezuela lo debería asumir «Juan Guaidó», recientemente involucrado en escandalosos casos relacionados con drogas, prostitución y mafias de corrupción que malversaron recursos en Cúcuta, Colombia, y en la empresa Citgo en Estados Unidos, una filial de Petróleos de Venezuela que ha sido secuestrada por el Gobierno de Estados Unidos y que tiene más de 30.000 millones de dólares en activos en ese

país.

Cuando le preguntan sobre el «fracaso» en el intento de derrocar a Maduro y «resolver» la «situación en Venezuela», Uribe no responde directamente y alega: «No se pueden esperar resultados a corto plazo. Lo importante es persistir, no desistir».

Sobre la reciente visita a Venezuela de la alta Comisionada de ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, asegura que ese tipo de «visitas» legitima al presidente Maduro.

Según él, la situación en Venezuela «no es un tema de Estados Unidos, sino de la comunidad internacional en pleno. Donde ha faltado mucha claridad es en Europa».

(LaIguana.TV)