El 54% de los venezolanos no se identifican con gobierno ni oposición, arrojó el más reciente estudio de opinión pública de Hinterlaces.

 

Recomponer el juego político constitucional, no renunciar al carácter democratizador de la sociedad venezolana y derrotar la conspiración de manera democrática; son los retos que enfrenta el chavismo para lograr la estabilidad política de la nación, ante la crisis hegemónica del imperio norteamericano.

 

Así lo expuso Elías Jaua Milano, miembro de la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), durante la transmisión del programa dominical «Análisis Situacional», conducido por el comunicador y sociólogo Óscar Schemel, transmitido por la señal de Globovisión.

 

«Traer a la oposición al juego político democrático» señaló Jaua como el primer gran desafío que enfrenta el chavismo para recomponer el juego político constitucional.

 

Al respecto, evocó la experiencia vivida entre los años 2001 y 2003 cuando el Comandante Hugo Chávez – y el chavismo como fuerza política – logró contener el proceso desestabilizador de la oposición venezolana, lo que se tradujo además en «la estabilización necesaria» al punto de lograr el crecimiento económico, ampliar los derechos sociales y políticos desde 2004 y hasta el 2012.

 

El dirigente político precisó que la clave para lograr construir consenso cuando hay posiciones tan radicales e intervienen factores externos como el imperio norteamericano y una figura como Donald Trump a la cabeza, radica en encontrar, entre venezolanos, puntos comunes y reconocerse en sus diferencias.

 

«El chavismo no debe renunciar a su carácter de fuerza profundamente democratizadora de la sociedad venezolana», destacó Jaua como segundo gran reto a enfrentar. Además subrayó la necesidad de «ir a la raíz y desde ella reflorecer, reverdecer».

 

Un tercer punto plantea el desafío de «cómo derrotar la conspiración, la agresión, la amenaza de guerra; de manera democrática, sin convertirnos en una fuerza autoritaria que termine castrando la posibilidades de los inmensos poderos creadores de nuestro pueblo».

 

En este sentido, Jaua precisó que el Estado venezolano debe asumir una política defensiva de resistencia sin descuidar su origen fundamentado en el ser humano. «Hugo Chávez nos demostró que se podía derrotar una conspiración de manera democrática», apuntó.

 

Diálogo y respeto

 

Jaua agregó que «una fuerza política revolucionaria para no convertirse en una fuerza conservadora tiene que llover ideas, nuevos métodos de dirección, estilos y discursos; de manera permanente», razón por la que reconoció la iniciativa permanente del presidente de la República, Nicolás Maduro de llamar al diálogo.

 

Exhortó a aplicar el principio vietnamita de «unir a todo el que pueda ser unido en torno al objetivo de la estabilidad, la paz y la reconstitución del juego político democrático constitucional».

 

Tranquilidad vs desintegración

 

El también director de la encuestadora venezolana Hinterlaces, Schemel, anunció sobre los datos más recientes que arrojó un estudio de opinión pública, el cual asegura que 54% de los venezolanos se ha despolarizado al no identificarse con gobierno ni oposición y se han desplazado hacia el centro político como una expresión de alto nivel de politización y consciencia para entender el actual conflicto entre dos corrientes político-ideológicas.

 

En este sentido, Jaua coincidió en que «la gran mayoría de la población quiere paz, tranquilidad, reencuentro y la recuperación económica del país», pero expuso que en contraste «la última etapa de este conflicto no ha dejado ningún saldo positivo para las grandes mayorías».

 

«Quienes seguimos la corriente político ideológica del chavismo coincidimos mayoritariamente con ese 54% de la población (…) entonces comienza a surgir una nueva polarización que se va ubicando en el plano de tranquilidad vs desintegración», puntualizó.

 

Resaltó que, considerando estos tres puntos esenciales para reconstruir la patria se dará paso al parto de una nueva mayoría fundamentada en los principios programáticos del chavismo y, a partir de esas raíces, construir la estabilidad política de Venezuela por largo tiempo. «Va a ser el momento en que se va a crear un nuevo modo de relacionamiento social entre los venezolanos», finalizó.

 

(Nota de Prensa)