Una imagen «desinflada», «erosionada», que en la actualidad genera «decepción», «frustración», «desesperanza» y «desmovilización», es la que ase cierne sobre Juan Guaidó, un diputado de la Asamblea Nacional -en desacato al orden constitucional desde 2016- que se autoproclamó en enero de 2019 como «presidente interino» de Venezuela.

 

Un extenso análisis realizado por la agencia de noticias Reuters titulado «Estoy decepcionado»: venezolanos comienzan a perder la paciencia con Guaidó, escrito por Angus Berwick y Mircely Guanipa; explica cómo la cada vez más deteriorada imagen de este político, que la agencia británica define como «líder de la oposición», causa desesperanza entre sus seguidores, quienes creyeron en sus promesas y supuesto poder.

 

Indica el trabajo periodístico, que cuenta con varios testimonios, que «después de la fallida insurrección del 30 de abril, cuando las tropas permanecieron en sus cuarteles» (…) «muchos venezolanos ya no están tan seguros», si Guaidó puede cumplir con lo que les prometió: «sacar a Maduro».

 

«Entrevistas en todo el país y datos de recientes encuestas sugieren que muchas personas se han sentido frustradas por la lentitud del cambio en medio de las dificultades de la vida diaria. Muchos venezolanos dijeron que estaban perdiendo la esperanza de que Guaidó pudiera desalojar a Maduro del palacio de gobierno», agrega la agencia.

 

“Vamos bien, pero bien mal (…) Ya ese ‘vamos bien’ se convirtió en un chiste y para mí de mal gusto (…) estoy decepcionado”, indicó Rafael Narváez, un conductor de taxi de 43 años de edad que consultado en el referido análisis y que vive en Punto Fijo, estado Falcón.

 

Popularidad de Guaidó continuará «erosionándose»

 

Guaidó, quien recientemente ha estado envuelto en una serie de escándalos vinculados a prostitución, drogas, corrupción, malversación de fondos, desvío de capitales, entre otros delitos ejecutados en Colombia y Estados Unidos, cuenta con el apoyo del Gobierno de Donald Trump, administración que lo respalda en la usurpación y robo de bienes del Estado venezolano pertenecientes a la empresa Citgo, filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), con más de 30.000 millones de dólares en activos que están secuestrados en territorio estadounidense.

 

«Washington lo respaldó e impuso nuevas y duras sanciones a la industria petrolera de Venezuela, con el objetivo de obligar a Maduro y sus aliados a abandonar el poder», cita Reuters sobre las acciones que viene haciendo Guaidó con el espaldarazo estadounidense, mismas que se suman a un cruento bloqueo económico, financiero, comercial y diplomático que buscan el colapso general del país y que ha dejado a la población con un limitado acceso a servicios básicos como electricidad, agua, combustible, alimentos y medicinas.

 

«Desde el levantamiento del 30 de abril, el impulso de la oposición ha disminuido. La asistencia a los mítines públicos de Guaidó ha disminuido y la oposición no ha realizado grandes protestas desde entonces», agrega el referido medio.

 

Esta falta de convocatoria e impopularidad de Guaidó, obedece según Yon Goicoechea, «miembro del equipo de políticas de Guaidó», a una “fatiga” entre los venezolanos.

 

“Tenemos que pelear contra la desmovilización y contra la desesperanza”, le confesó Goicoechea a Reuters.

 

Según un sondeo de la encuestadora DatinCorp -citada en el trabajo- sostiene que la proporción de venezolanos que «reconocen» a Guaidó ha bajado de 49% en febrero a 36% en junio.

 

Por su parte, Raúl Gallegos, director asociado de la consultora Control Risks, le dijo a la agencia que el «escenario base» es que el presidente Maduro continúe en el poder mientras «la oposición perderá fuerza». «Podemos esperar que la popularidad de Guaidó continúe erosionándose”, remarcó.

 

(LaIguana.TV)