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La cantante de pop, Beyoncé, apareció recientemente en unas fotos que se filtraron a través de las redes sociales en las que aparece con una piel no tan tersa como la que acostumbra lucir.

 

La industria del entretenimiento, sin duda, hace de las suyas al presionar a los artistas en que su cuerpo, así como su cara, deben ser “perfectos”. El cine, la televisión y los distintos medios de comunicación empujan a muchos de ellos a la cirugía plástica y a someter su apariencia real a programas computarizados como “Photoshop”.

 

Es el caso de la cantante, quien alborotó las redes sociales con las mencionadas fotografías que colgaron unas fans y que fueron suprimidas una hora más tarde, luego del escándalo.

 

Se conoció, posteriormente, que las imágenes fueron tomadas en el año 2013 mientras Beyoncé hacía una campaña publicitaria para L’Oreal en la que supuestamente, debía ser la imagen de la “belleza al natural”.

 

Esta no es más que otra prueba de que la industria y el capitalismo convierten a la mujer en un objeto, al punto en que su apariencia física es lo único importante para impulsar su carrera profesional en el medio.

 

El salvajismo de los sistemas consumistas son voraces en este tipo de interpretaciones de “lo bello” que, sin duda, es deshumanizado.

 

 

(LaIguana.TV)

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