La decisión tomada por el Gobierno de la República Popular China de ajustar su moneda, el Yuan, frente al dólar estadounidense, contribuye a crear condiciones favorables para la exportación de productos venezolanos a la nación asiática, e impone el reto Venezuela de consolidarse como opción para el ingreso de los bienes y servicios chinos requeridos por la nación bolivariana.

 

La gran nación asiática optó por devaluar su moneda frente al dólar. La moneda estadounidense incrementó su valor a 7,01 yuanes, que para la economía china significa que el billete verde cuesta 1,4% más.

 

En términos de balanza comercial, ahora para los empresarios chinos se hace más atractivo colocar sus productos en el exterior, pues por cada dólar traído al país obtendrán mayor cantidad de yuanes.

 

A su vez, los productos importados por China se encarecen, debido a que los empresarios chinos deberán desembolsar más yuanes para adquirir dólares y así poder realizar compras en el exterior. La decisión está acompañada por la prohibición de importar productos agrícolas estadounidenses.

 

Estas decisiones se enmarcan en la denominada guerra comercial entre las dos primeras potencias del globo, y tras el incremento por parte de Estados Unidos de 10% en los aranceles que deberán pagar los empresarios chinos para poder ingresar sus productos en la nación del norte.

 

De aquí se deduce que la decisión china de devaluar su moneda busca compensar el costo que ocasiona para sus empresarios colocar productos en EEUU. Es decir, si bien por un lado tendrán que pagar más aranceles, por otro recibirán más yuanes por cada dólar recibido por vender sus productos en EEUU. El resultado inmediato es que los estadounidenses seguirán comprando artículos chinos y por ello el presidente, Donald Trump, llamó a China «un manipulador de la divisa».

 

En medio de este panorama, los países que reciben dólares por sus productos de exportación a China también recibirán más yuanes, con los cuales podrían adquirir más productos chinos. Pero a su vez, los bienes exportados al país asiático se harán más costosos.

 

Un primer efecto sobre Venezuela es que ahora recibirá más yuanes por cada dólar de sus exportaciones a ese país, con lo cual aminora el costo de la deuda que mantiene con la nación asiática a través del denominado Fondo Chino.

 

Además, un segundo efecto es la apertura de la opción de colocar más productos agrícolas en esa gran nación y de ser plaza para la llegada de aquellos productos que encuentren trabas en el mercado estadounidense.

 

El panorama así descrito crea condiciones que favorecen las políticas del gobierno orientadas a estimular las exportaciones del sector público y privado, estrategia sobre la cual ya se han implementado medidas de tipo arancelarias y cambiarias.

 

(AVN)