En declaraciones a Unión Radio, el esgrimista venezolano dijo que en este momento está preparado para enfrentar cualquier reto sobre la pedana y por eso se ha trazado el objetivo de ganar el próximo campeonato mundial de espada y obtener otra medalla olímpica.

 

«Soy una persona de retos y no se la pongo fácil a nadie (…) por eso quiero ganar el campeonato mundial que en dos oportunidades me lo han arrebatado en la final», acotó.

 

Limardo resaltó que su accionar dentro de este deporte es la pasión que siente por la esgrima, misma que comparte con sus hermanos Francisco y Jesús, éste último a quien enfrentó y derrotó en la final panamericana.

 

«Con la esgrima me relajo, lo disfruto al máximo, es mi manera de vivir, es una pasión para mí, aunque el deporte de alto rendimiento desgasta bastante, pero es lo que me mantiene vivo».

 

Con relación al combate contra su hermano, Rubén comentó que fue «bastante difícil» porque le costó ver a Jesús como un contrincante y no como su hermano; sin embargo, al momento de la competencia asumió el reto y ganó.

 

El atleta originario del estado Bolívar comentó que cuenta con un gran equipo de entrenadores y preparadores físicos que lo han llevado a tener su capacidad física y mental en óptimas condiciones.

 

Sobre la medalla en Lima comentó que se cumplió con el objetivo trazado, aunque en algún momento pensó en no competir para no exponer sus condiciones físicas, sobre todo porque una lesión le impediría participar en los próximos Juegos Olímpicos.

 

«No tenía pensado participar porque las lesiones están y me da miedo por la clasificación a Tokio, pero luego entramos, me puse en ritmo y en calor, me sentí bien y se logró la medalla», agregó.

 

(LaIguana.TV)