El Gobierno venezolano ha rechazado participar en nuevas negociaciones con la oposición, luego de evaluar las sanciones introducidas por EEUU y la postura de la oposición al respecto. ¿Por qué se activó EEUU en Venezuela y qué hay detrás de sus acciones?

 

«Esta semana el imperialismo norteamericano se volvió loco y metió una puñalada trapera al alma de Venezuela y ellos (la oposición) salieron a hacer fiesta, a aplaudir, y en esas condiciones no, lo digo», sostuvo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en referencia a su decisión de no enviar a la delegación venezolana a la mesa de diálogo en Barbados.

 

El presidente de EEUU, Donald Trump, firmó el 5 de agosto un decreto en el que bloquea todos los activos de Venezuela en ese país y prohíbe cualquier transacción entre empresas de su nación o que usen su sistema financiero con el país sudamericano.

 

Estados Unidos de repente se volvió más activo y metió más energía respecto a Venezuela, señaló Alexandr Chichin, titular de la Facultad de Ciencias Económicas y sociales de la Universidad de Economía Nacional y Administración Pública de Rusia.

 

«Venezuela está ahora bajo una fuerte presión, y la Administración de Estados Unidos está haciendo todo lo posible para convertir la crisis en un colapso completo», comentó a Sputnik.

 

Además, el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, declaró el 6 de agosto que la orden ejecutiva de Trump permite a EEUU introducir sanciones contra cualquier persona que apoye al Gobierno de Nicolás Maduro.

 

Según Chichin, John Bolton»busca darleuna sorpresa a Trump» para las elecciones presidenciales de 2020, y al mismo tiempo «garantizarse un puesto en la nueva Administración» que formará Trump si lo reeligen.

 

Venezuela vive una crisis político-económica que se intensificó en enero, luego de que el líder de la oposición respaldado por Estados Unidos, Juan Guaidó, se autoproclamara presidente encargado.

 

En mayo, el Gobierno de Venezuela y la oposición comenzaron las jornadas de acercamiento en Oslo.

 

(Sputniknews)