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Este lunes 10 de abril un grupo de guarimberos, adeptos a los sectores de ultraderecha de nuestro país, volvieron a concentrarse en la zona este de la ciudad de Caracas, para desarrollar nuevos actos de violencia y de terrorismo callejero. Con la excusa de exigir la supuesta remoción de los 7 magistrados de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), estos individuos han adoptado nuevamente actitudes deplorables que se ubican en los terrenos de la ilegalidad.

 

Entre estas conductas reprobables destacan las agresiones contra las damas que hoy día forman parte de las filas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Innumerables son las expresiones de odio que corren a través de las redes sociales, en contra de unas compatriotas que lo único que hacen es cumplir con su trabajo.

 

Y este lunes, en particular, se hizo viral una foto en la que se observa a un grupo de hombres vulnerando la integridad física de una fémina perteneciente a la PNB. Sus mentes llenas de odio ni por un minuto se detienen a pensar que se trata de una mujer.

 

Estos actos de misoginia, es necesario indicar, no son nuevos en las filas de la oposición. Destacan las agresiones que sufrió en mayo del año pasado la funcionaria Dubraska Álvarez, en plena Avenida Libertador, por parte de los mismos grupos violentos.

 

¿Se justifican estas violaciones contra unas jóvenes damas, cuyo único propósito es contener la violencia generada por el ala más extremista de la oposición? Por supuesto que no. Los sectores no revolucionarios deberían formularse también dicha interrogante.

 

(LaIguana.TV)

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