El periodista Nelson Bocaranda Sardi es un agente al servicio de los intereses del Reino Unido desde al menos 1982, de acuerdo a un documento desclasificado que confirma su «colaboración» para ser parte de la guerra psicológica (psychological warfare) y la propaganda política a favor de intereses extranjeros.

 

Así lo develó el embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, a través de la red social Twitter, donde mostró una serie de documentos en la que se evidencia la colaboración de Bocaranda como «operador de información» cuando trabajaba para el canal RCTV en Venezuela, desde el cual se encargó de hacer programas y entrevistas a favor de la invasión del Reino Unido sobre las Islas Malvinas.

 

En la serie de tuits publicados por Moncada, el diplomático describe el accionar de Bocaranda como parte de la estretegia creada por los servicios secretos extranjeros como la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), que durante la guerra fría planificó como «lavar cerebros» para condicionar a las masas y obtener reacciones favorables a los intereses de Estados Unidos y sus aliados.

 

Sobre ese aspecto, recalcó Moncada que Bocaranda ha sido uno de los principales «operadores» de la «información» para atacar a Venezuela en la campaña de desprestigio y guerra psicológica que se ejerce sobre el país, con el propósito de derrocar el proceso Bolivariano y «para convencer a su propio pueblo de las bondades de servir a los gobiernos extranjeros».

 

«El agente local de gobiernos extranjeros que por decenas de años ha pretendido ser periodista sacrificando su ética e integridad, la confianza de sus lectores y la lealtad a su país se llama: Nelson Bocaranda. Aquí las pruebas (…) Las pruebas tan difíciles de conseguir las tenemos. Son documentos oficiales del gobierno británico que nunca se escribieron con la intención de ser publicados. Son documentos verdaderos que mostraremos a continuación», escribió Moncada en un mensaje acompañado por las imágenes de los documentos.

 

Fue un ‘aliado’ clave promover la invasión británica a las Malvinas argentinas

 

El embajador venezolano acotó que Bocaranda actuó desde la década de 1980 como «agente local» al servicio de los británicos, «para promover sus intereses contra Argentina en las Malvinas». Era «el agente ‘aliado’ y confiable que podía servir para debilitar el apoyo venezolano a Argentina».

 

Para ese momento el embajador del Reino Unido en Caracas entregó a Bocaranda «un documental hecho por el gobierno británico para que lo transmitiera en su programa en el canal 2 RCTV en horario estelar. El acuerdo era secreto pues se trataba de hacer pasar la propaganda como ‘información».

 

«El periodista (Bocaranda) cumplió la orden y promovió el documental guerrerista pro-británico pero los resultados fueron inesperados. Lo que ocurrió fue una ola de protesta y comentarios negativos contra el documental y el propio agente local traidor», agrega Moncada sobre el accionar de este agente que «por decenas de años ha pretendido ser un periodista cuando en realidad es un ‘operador de información’ de poderes extranjeros».

 

Falsos periodistas: agentes de la guerra y la colonización

 

El embajador Moncada describió que el accionar de Bocaranda es un ejemplo vivo de los agentes que se venden al poder extranjero y traicionan a su patria, con el propósito de promocionar  la guerra, la colonización y los intereses foráneos sobre su país. Allen Dulles, un antiguo director de la CIA, la llamó la guerra por los cerebros y la definió así: ‘Condicionar la mente para que no reaccione con su libre voluntad o base racional sino que responda a un impulso implantado desde afuera’. Es la conquista de las almas».

 

«La guerra contra Venezuela busca debilitarla, destruirla por dentro, para conquistarla y repartirla entre los vencedores. Es un proyecto extranjero de colonización con el apoyo de un sector interno que no cree en la independencia nacional. En Venezuela existen cómplices que se prestan para entregar su patria a  traficantes de la guerra y la colonización. Por años se han presentado como periodistas y han disfrutado de un prestigio tan falso como verdadera es su traición», agrega Moncada.

 

En ese sentido detalló que «las potencias agresoras usan agentes locales que ‘se prestan’ para convencer a su propio pueblo de las bondades de servir a los gobiernos extranjeros. Agentes hay de todas las profesiones, pero una muy común por su efecto en la opinión pública es el periodismo».

 

«Un periodista que se presta en secreto para servir a los intereses de un gobierno extranjero traiciona a su público, a su profesión y a su país. Su credibilidad la usa para confundir a sus lectores y sacrificar la verdad. Un problema para probar el papel de los agentes traidores es que no se diferencian de los espías y su conducta es secreta. Así, toda acusación aparece sin base y se toma como un insulto o calumnia», agregó Moncada.

 

(LaIguana.TV)