Mientras miles de incendios forestales devastan la Amazonía, la comunidad indígena Mura -que vive en una parte afectada de esta selva en Brasil- se siente llamada a defenderla de la destrucción. Incluso con su vida.

 

Datos publicados por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) de Brasil muestran un aumento del 84% en el número de incendios entre enero y agosto de 2019 en todo el país.

 

Pero cerca del 53% de estos fuegos arden en la región amazónica de Brasil.

 

La NASA, que recoge imágenes satelitales de los incendios, dijo el jueves que «no es inusual ver incendios en Brasil en esta época del año debido a las altas temperaturas y la baja humedad» y que «el tiempo dirá si en 2019 [el fuego] marca un récord o sigue dentro de los límites normales».

 

Sin embargo, el desastre ha llamado la atención internacional y ha desatado fuertes críticas contra las políticas ambientales del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

 

Pero los incendios preocupan aún más a las personas que viven en la Amazonía.

 

«[El fuego] es un azote a la vida, estás viendo las vidas de estos árboles desperdiciadas», dijo a la BBC Raimundo Mura, líder de la tribu indígena Mura que vive en el estado brasileño de Amazonas (uno de los afectados por los incendios). «Es destrucción».

 

«Todos esos árboles tenían vida. Necesitaban vivir, cada uno en su lugar. Pero la gente los quiere destruir», añadió.

 

«Nuestros esfuerzos son para proteger nuestra área, naturaleza, árboles y animales».

 

«Queremos para este lugar todos nuestros esfuerzos. Si es necesario, daré mi última gota de sangre por esta selva», aseguró Mura.

 

«El mundo necesita la Amazonía»

 

La Amazonía, compartida por nueve países de América del Sur, es la selva tropical más grande del mundo y es una reserva vital de carbono que ralentiza el ritmo del calentamiento global.

 

En ella viven cerca de un millón de miembros de poblaciones indígenas y alberga alrededor de tres millones de especies de plantas y animales.

 

Handech Wakana Mura, otro líder indígena Mura, contó que su comunidad había resistido durante años en la zona, incluso «cuando no había acceso por carretera, cuando llegó la electricidad, cuando invadieron las tierras», dijo.

 

«Con cada día que pasa vemos la deforestación, las invasiones y la tala. Nos ponemos tristes porque la selva está muriendo constantemente. Sentimos el clima cambiando», lamentó.

 

«El mundo necesita a la selva amazónica. La necesitamos y nuestros hijos la necesitan».

 

Críticas a Bolsonaro

 

Los incendios forestales son frecuentes en Brasil en la estación seca, pero también pueden iniciarse deliberadamente con el fin de deforestar ilegalmente las tierras para la agricultura y la cría de ganado.

 

Los conservacionistas culpan al presidente Bolsonaro por la difícil situación de la Amazonía, diciendo que con sus políticas ha alentado a madereros y agricultores a quemar la vegetación para «despejar» la tierra.

 

«Solían ​​llamarme Capitán Motosierra. Ahora soy Nerón, incendiando el Amazonas», respondió Bolsonaro con ironía a las críticas.

 

Además, sugirió que activistas podrían estar detrás de los incendios como venganza por el recorte de los fondos que el gobierno les entregaba.

 

No presentó evidencia y no dio nombres para apoyar esta tesis, diciendo que «no había registros escritos sobre las sospechas».

 

«Podría haber…, no lo estoy afirmando, acciones criminales de estas ‘ONG’ para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil. Esta es la guerra que estamos enfrentando», dijo el mandatario este miércoles.

 

Luego, contestó con ironía cuando volvieron a preguntarle sobre las causas de los incendios.

 

«Son los indios, ¿quieres que culpe a los indios? ¿Vas a escribirle a los indios mañana?¿Quieres que culpe a los marcianos?», dijo Bolsonaro ante un grupo de periodistas el jueves.

 

Los científicos dicen que la Amazonía ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que el presidente asumió el cargo en enero, con políticas que favorecen el desarrollo sobre la conservación.

 

Las cifras preliminares del Inpe para 2019 indican que las advertencias de deforestación en la Amazonía brasileña se dispararon un 278% en julio, en comparación con el mismo mes de 2018.

 

Otros países afectados

 

Pero Brasil no es el único afectado por el fuego ni el único cuyo cuidado de la selva amazónica y de otras zonas forestales ha sido puesto en entredicho.

 

Esta semana, los incendios también están siendo noticia en otros países como Bolivia, Paraguay y Perú, donde desde hace semanas se registran focos de fuego que han consumido miles de hectáreas.

 

 

En Santa Cruz, departamento en el este de Bolivia, un incendio ha quemado más de 500.000 de hectáreas de la Chiquitanía, una zona boscosa de transición entre la Amazonía y el Chaco.

 

Tras sobrevolar la zona, el presidente Evo Morales reconoció la gravedad de los daños pero también defendió el «chaqueo», la práctica de los agricultores de quemar áreas de bosque para ampliar las tierras de cultivo.

 

Paraguay y su gobierno no escaparon del fuego ni las críticas.

 

Los incendios registrados en su territorio quemaron más de 350.000 hectáreas en una zona cercana a la frontera con Bolivia, según publicó la prensa local.

 

En Perú, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) informó que en menos de un mes había registrado 98 incendios forestales en 18 regiones del país. La mayoría de los siniestros fueron causados por acción humana, según sus investigaciones.

 

(BBC)