Diferentes estructuras sociales, políticas y culturales de Chile emitieron recientemente un comunicado en el que reprocharon la actitud poco clara de la presidenta Michelle Bachelet sobre los actos de la oposición venezolana, fundamentados en “el terrorismo, el caos y la violencia vandálica”, y que además apoyan Jefaturas liberales de la región.
En este orden de ideas, los dirigentes sociales y políticos solicitaron a la administración chilena a que se comprometa con la soberanía y la autodeterminación de los pueblos y se desmarque de la injerencia e intervencionismo foráneo contra el país caribeño.
A la par, mencionaron la repudiable posición que tuvo el gobierno de Chile durante el período del 2002, cuando el expresidente Ricardo Lagos llevó la batuta en aceptar al régimen golpista y dictatorial del empresario Pedro Carmona.
Cabe destacar que las administraciones de la nación chilena han mostrado una conducta tolerante durante los más recientes golpes de Estado que se han efectuados en Latinoamérica como los ocurridos en Honduras (2009); en Paraguay (2012); en Brasil (2016).
(LaIguana.TV)
