El Gobierno de Jair Bolsonaro finalmente estaría dispuesto a aceptar la ayuda económica de países extranjeros para combatir los incendios en la Amazonía brasileña, pero con la condición de que su país sea el responsable de administrar los recursos.

 

Tras rechazar el lunes la ayuda de 20 millones de dólares que ofrecieron los países del G7, argumentando que implicaba relativizar la soberanía sobre su territorio, el Gobierno brasileño finalmente habría aceptado la ayuda.

 

El vocero de Gobierno Otávio Rego Barros confirmó este martes que la Administración de Bolsonaro está «abierta a recibir soporte financiero de organizaciones e incluso de países», pero la premisa es clara: «siempre que eso no ofenda la soberanía brasileña» y «el manejo de recursos» esté bajo responsabilidad de Planalto.

 

Una fuente confirmó a O Globo que el Gobierno brasileño habría aceptado la ayuda de 10 millones de libras (2.280.400 dólares) que ofreció el Reino Unido para combatir los incendios en la Amazonía.

 

La oferta la habría hecho el canciller británico, Dominic Raab, durante una llamada telefónica que sostuvo con su homólogo brasileño, Ernesto Aráujo.

 

De acuerdo con información de la agencia AFP, Rego Barros también anunció que el mandatario brasileño participará en una cumbre regional de países afectados por los incendios en la Amazonía, propuesta por los Gobiernos de Perú y Colombia.

 

Cambio de postura

 

El lunes, el jefe de Gabinete de la Presidencia, Onyx Lorenzoni, señaló que Brasil no aceptaría la ayuda financiera de los países del G7 para combatir los incendios en la Amazonía y acusó al Gobierno de Emmanuel Macron de no poder evitar «un previsible incendio en una iglesia que es un patrimonio de la humanidad», en referencia a las llamas que azotaron la catedral parisina de Notre Dame, en abril pasado.

 

Bolsonaro intercambió señalamientos con Macron, a quien acusó de «disparar ataques contra la Amazonía» y de disfrazar sus verdaderas intenciones de una «alianza» de los países del G7 para tener control de la zona. «Como si fuésemos una colonia o una tierra de nadie», acusó el mandatario brasileño en Twitter.

 

Pese a recibir la ayuda del Gobierno británico, la Administración de Bolsonaro continúa hermética sobre si aceptará o no los recursos ofrecidos por los países del G7.

 

Hasta el domingo por la noche se registraron 80.625 focos de fuego en Brasil en lo que va del año, según el Instituto de Investigación Espacial (INPE), y la mitad se refiere a aquella región selvática. La alarmante cifra está cerca de duplicar los 45.086 puntos calientes del 2018, contabilizados en todo el país.

 

Tan solo el fin de semana, se desataron al menos 1.100 nuevos incendios, complicando aún más el panorama.

 

(RT)