cuadro-funeee.jpg

La dirigente comunitaria Jackeline Ortega, de 48 años, fue asesinada en el sector El Manguito, en Santa Lucía del Tuy, capital del municipio Paz Castillo, del estado Miranda.

 

Jackeline era conocida por su trabajo en la comunidad de Unicentro, en Santa Lucía y, como dirigente comunitaria, en la actualidad, ocupaba la Jefatura territorial de los Clap.

 

Se informa que unos 4 encapuchados en moto llegaron y entraron en su casa la noche de ayer, sábado 22 de abril de 2017, y le dieron de 10 a 12 tiros, en el porche de su casa. Alrededor de las 8:00 pm. Su residencia está ubicada en el sector el Manguito I, calle Cruz de Mayo, manzana 7, casa 29, carretera Nacional La Raiza, parroquia Santa Lucía, del municipio Paz Castillo.

 

«La fuente policial reveló, además, que la víctima ‘era miembro del Psuv con el cargo de Jefe Territorial, y miembro a su vez del Consejo Comunal Francisco de Miranda (comité de tierra). De igual forma era la que organizaba y agilizaba el proceso de las bolsas de comida Clap de varios sectores'». También se añadió la información de que hace 4 días, el 19 de abril, le habían dado muerte a su hijo de crianza, Walter Alí Ortega Delgado (32 años). El móvil manejado para explicar este hecho fue el «pasional». Sin embargo, no hemos podido confirmar esto.

 

 

Además, se han dado en los últimos meses, amenazas de muerte contra otros dirigentes comunitarios de diversos sectores, y cuando les consultamos sobre el posible motivo del asesinato de Jackeline, nos dicen que «son las mujeres que asesinan, porque son las que le echan bolas a la comunidad» y se convierten en «referentes del barrio», pero también, nos alertan sobre el componente político que puede ser parte de un despliegue de asesinatos selectivos que está latente en nuestro país.

 

Esto último nos coloca ante la posibilidad de que no se trate solo de lo que se llama «hampa común», sino que, como en el caso de la violencia contra las mujeres que por el hecho de ser mujeres son asesinadas (feminicidios), o como en los casos de racismo, el componente político quedaría añadido a esta misma violencia fascista que coloca la muerte (el asesinato) como la más cruel y visible demostración de dominio.

 

(Otra Política / Frontal27)

 

sustento-7.jpg