Los artesanos y vendedores ambulantes de las calles de Coro, estado Falcón, coincidieron a través de un video grabado por el equipo de LaIguana.TV que en Venezuela sí hay trabajo y se puede laborar siempre y cuando haya amor por el oficio que se desempeña.  

 

El vendedor de cambur, Segundo Crespo, ha dedicado dos años de su vida a este digno oficio. “La cosa esta dura pero igual vendo, hago trueque, lo que caiga. Yo no me voy. Me quedo echándole pichón a Venezuela”, aseguró. 

 

Por su parte, el minero de sal pura, Pedro Bolívar, junto a su hijo que lleva el mismo nombre, señaló que seguirá con la venta de sal marina con ayuda y compañía de su hijo. Alegó no quejarse de la situación del país.

 

“Le seguiré echando pichón al trabajo pese a lo duro que esta la situación, porque sí vale la pena, uno se mantiene”, acotó Javier Garcés, mientras pelaba la pulpa de un coco para venderlo.

 

(LaIguana.TV)