Al conocer la enfermedad de su hija, el asturiano Luis Enrique Martínez se apartó de su cargo de seleccionador español, primero de manera provisional y de modo definitivo desde el 19 de junio.

 

Desde aquella mañana soleada del 26 de marzo en Malta que se oscureció de inmediato, el entorno de la selección española se temió el desenlace del que este jueves informó el propio Luis Enrique a través de un comunicado en sus redes sociales: su hija Xana, de 9 años, falleció debido a un osteosarcoma, el tipo más frecuente de cáncer de huesos en niños. Aquel terrible día, nada más conocer el diagnóstico, el técnico voló de regreso a Barcelona y se apartó de su cargo de seleccionador, primero de manera provisional y de modo definitivo desde el 19 de junio, para estar junto a su familia.

 

«Nuestra hija Xana ha fallecido esta tarde a la edad de 9 años después de luchar durante 5 intensos meses contra un osteosarcoma. Damos las gracias por todas las muestras de cariño recibidas durante estos meses y agradecemos la discreción y comprensión. También agradecer al personal de los hospitales Sant Joan de Deu y Sant Pau por su dedicación y trato, a los médicos, enfermeras y a todos los voluntarios. Con una mención especial al equipo de curas paliativas de Sant Joan de Deu. Te echaremos mucho de menos, pero te recordaremos cada día de nuestras vidas con la esperanza de que en un futuro nos volveremos a encontrar. Serás la estrella que guíe a nuestra familia. Descansa, Xanita», decía el comunicado que permitía, al menos, a la familia ser la que decidiera cuándo y cómo anunciar una noticia que nunca salió de aquel Corinthia Palace Hotel & Spa que vivió unas horas estremecedoras para todos los presentes. Pero la RFEF, los jugadores y los periodistas respondieron a los deseos del técnico: ni una palabra de lo sucedido, pese al impacto que supuso la repentina marcha de Luis Enrique de la concentración.

 

Los rostros de los futbolistas aquella misma noche, tras la victoria en un partido enrarecido, reflejaban la extrema gravedad de una situación en la que Sergio Ramos, capitán, y líder del vestuario, tomó la palabra: «Míster, sentimos muchísimo la noticia. El equipo está contigo a muerte. La familia es sagrada. Mucha fuerza y ánimo».

 

Durante unos meses, Luis Enrique dirigió a España desde la distancia, pero finalmente decidió, de acuerdo con Luis Rubiales, apartarse del todo y dejar su puesto a su segundo e íntimo amigo, Robert Moreno, que precisamente este viernes dará su primera lista como seleccionador.

 

El osteosarcoma es un tumor óseo maligno derivado de las células que genera el hueso y representa un 35 por ciento del total de cánceres óseos. Es especialmente agresivo en niños y adolescentes, según explica la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC ).

 

(El Mundo)