Transitar por las calles marabinas sin un “rojo” que detenga su vehículo es costumbre desde hace tiempo. La mayoría de los semáforos están “ciegos” y los embotellamientos son comunes en horas pico, mientras otros funcionan a medias.

 

A falta de semáforos, los conductores pasan “libremente” por la ciudad que espera las reglas de tránsito que imponía este aparato vial con su “verde” para continuar y el “amarillo” para estar alertas.

 

“Perdí la cuenta de la cantidad de semáforos que están dañados en Maracaibo. Uno pasa como Pedro por su casa en cualquier parte. Una vez casi choco porque del otro lado venía otro carro y ninguno de los dos sabíamos quién tenía el pase”, contó Romer Sánchez, conductor.

 

José Ledezma, vecino de Lago Azul, comentó: “Es difícil actualmente manejar en Maracaibo. No sirve un solo semáforo. O están caídos, o rotos, se les roban las tarjetas. Y los que medio sirven no se pueden utilizar porque se va la luz”.

 

El chofer Gregorio Rivas, que cubre la ruta San José, opinó: “Manejar en Maracaibo no es fácil, hermano. Ningún semáforo sirve, uno tiene que ponerse vivo para poder manejar, de lo contrario, te comen vivo. Fíjate ese semáforo (Calle  83 de Amparo con la C-2) uno se mete ahí y pierde hasta 15 minutos para poder pasar, entonces qué hacemos. Ahí los carros chocan y chocan, y chocan”.

 

(Panorama)