En el año 2015 hubo un cambio político importante en Guyana, la única nación de habla inglesa en Suramérica, cuando asumió el poder el líder de la oposición parlamentaria y exbrigadier del ejército, David Granger, quien recibió formación de Planificación de la Defensa y Gestión de Recursos en la Universidad de la Defensa Nacional de Washington D.C y del Taller de Educadores contra el Terrorismo en la Oficina de Operaciones Especiales Conjuntas de la Universidad de Florida.

 

Granger llegó al poder con un discurso anticorrupción y contra el narcotráfico, flagelos muy presentes en este país. Sin embargo, venía de desempeñarse en funciones públicas como Comandante de la Fuerza de Defensa de Guyana (GDF, por sus siglas en inglés), Asesor de Seguridad Nacional del Presidente Desmond Hoyte, Presidente del Comité Central de Inteligencia y del Comité de Seguridad Nacional y Fronteriza y miembro del Comité Nacional de Aplicación de la Ley de Drogas.

 

Por otra parte, es importante conocer que en enero de 2017, el presidente Granger designó al mando de las Fuerzas de Defensa de Guyana al Brigadier Patrick West, graduado del reconocido «Centro Intelectual del Ejército estadounidense»: la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército de EEUU en Fort Leavenworth.

 

A partir de allí se puede entender la estrecha relación guyano-estadounidense, tanto en el área petrolera, como en las inversiones gringas en construcciones civiles. En reiteradas ocasiones funcionarios de EEUU han recalcado que Guyana representa “un desafío a la seguridad para Estados Unidos” y han manifestado su apoyo a la defensa de la integridad territorial de esta nación ante lo que consideran “amenazas extranjeras”.

 

(LaIguana.TV)