Kevin Dooley, fotógrafo de vida silvestre, se encontraba en unos humedales tropicales de Pantanal (Brasil) cuando vio cómo una anaconda de unos nueve metros mató a un caimán que mediría 1,80 metros.

 

Ambos animales lucharon por salvar su vida: la anaconda apretó con tanta fuerza que fracturó todas las patas del caimán que, por su parte, logró hundir sus dientes en el cuello de la serpiente.

 

«Todo sucedió en unos ocho minutos» y «la anaconda se quedó sin oxígeno y tuvo que soltar al caimán», momento en el que su rival aprovechó para morder, relató Dooley al diario Daily Mail.

 

Sin embargo, la serpiente se habría zafado y el caimán habría muerto, añadió este testigo, quien registró el suceso con su cámara.

 

(RT)