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El padre del joven Hans Wuerich, que el pasado 20 de abril se desnudó y subió a un vehículo antimotín de la policía venezolana durante una protesta antigubernamental, recibe una pensión de gracia otorgada como parte de la Gran Misión Hogares de la Patria, un programa de combate a la pobreza y a la pobreza extrema creado por el gobierno bolivariano.

 

Se trata de Hugo Abel Wuerich Ayala, de 67 años, quien recibe el pago de su pensión de vejez a través del estatal Banco Bicentenario según los registros del IVSS (seguridad social), que indica que el beneficio lo recibe vía Hogares de la Patria.

 

Hasta el mes de abril el monto pagado, siempre puntualmente, fue de 40.638,15 bolívares. Desde este mes ese pago ascenderá a 84.527,40 (es decir, más del doble) gracias a la decisión del presidente Nicolás Maduro de ajustar en un 60 por ciento el salario mínimo, lo que implica un aumento similar en las pensiones, pues así lo establece la Constitución bolivariana, aprobada en 1999 con el auspicio del desaparecido comandante Hugo Chávez. Eso elevó el monto a 65.021 bolívares.

 

Pero, además, Maduro creo una compensación más que bautizó como “bono de guerra económica”, por la suma de 19.506,30 bolívares, lo que permite que desde este mes el padre del joven nudista reciba poco más de 80 mil bolívares.

 

El señor Wuerich, de acuerdo con los registros, nunca realizó cotizaciones al fondo de seguridad social, por lo que su pensión no obedece a ninguna contraprestación previsional,  sino que es financiada integramente por los ingresos provenientes de la ventas del petróleo y por una política con rango constitucional establecida por el “régimen” chavista.

 

Hugo Wuerich ayer fue entrevistado por el portal digital opositor El Estímulo, donde reveló que nació en Alemania cuatro años después de la Segunda Guerra Mundial. Su hijo Hans ya había contado, en una entrevista al New York Times, que sus abuelos paternos habían tenido que huir desde Alemania hasta Argentina. Y que su padre había tenido que hacer lo mismo hacia Venezuela a finales de la década de 1970, para escapar de la dictadura militar de Videla.

 

Pese a tener cerca de 40 años en Venezuela, Wuerich padre no sólo no tuvo la posibilidad de tener un empleo formal que lo registrara en la seguridad social, sino que ni siquiera pudo obtener la nacionalidad venezolana. Su número de cédula es mayor a la de su hijo y su inscripción electoral en 2008 indica que se hizo ciudadano venezolano en pleno gobierno bolivariano.

 

Ayer, en su conversación con el portal opositor, en medio de la movilización antichavista que termino (como siempre) en violencia incontenible, Hugo dijo que “a sus 70 años quiere vivir tranquilo, trabajando como técnico de refrigeración y poder pagar sus necesidades básicas y las de su hijo Hans”. No mencionó que parte de esas necesidades se las paga el modelo chavista-madurista de seguridad social y combate a la pobreza.

 

Hans le dijo a NYT que su performance nudista lo hizo “porque el diablo está en Venezuela. El diablo está en el gobierno”. El jefe del ese gobierno “diabólico” hace dos días decidió duplicar, en medio de dificultades económicas extrenas, los ingresos de ese Hogar de la Patria. Pero Wuerich hijo no duda, otra vez, en decir:  “debemos sacar al diablo de nuestro país”.

 

(La Tabla)

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